Mérida, Yucatán.- La especulación con tierras y la mercantilización de los recursos renovables se ha extendido.
Es lo que observa Enrique Ortiz Flores, ex presidente de la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC AL, 2003-2007) y exdirector general del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo) (1983-1987).
“Hemos convertido a la naturaleza, los bienes como el agua, el aire, los bosques, o sea, lo que nos da la naturaleza, los bienes comunes para la vida, no sólo para los seres humanos, como mercancía disfrutable, ¿por quién? Por quien más tiene”, afirma.
El experto, quien asistió en Mérida al conversatorio “Tsikbal” Neocolonialismo Urbano y Derechos del Pueblo Maya, advierte que actualmente en el mundo hay más dinero circulando que no es fruto del trabajo de la gente, sino fruto de la especulación.
“Y por eso muchas veces se compra la tierra y se hacen edificios, no importa que estén vacíos… No importa, el chiste es tener la tierra, invertirle… Y esta es la estrategia actual que hay por todos lados…”, ilustra.
De la expansión desbordada de Mérida, refiere que cada vez que visita la ciudad, en donde radica un hijo suyo, le cuesta más trabajo llegar a la casa de éste.
“Cada vez hay más coches, viene gente de fuera; la ciudad se ha expandido… Impresionante… Y no sólo esta ciudad…”, puntualiza.
“Si usted ve solo en Mérida, hasta en fraccionamientos que ya tienen muchos años, en el norte de la ciudad hay muchos fraccionamientos, hay muchos vacíos… No están ocupados. Hay fraccionamientos que ya vendieron casi todo, pero no hay ni una sola casa… (habitada)”.
Bajo esa perspectiva, sostiene que la especulación también la fomenta la gente, no sólo los empresarios inmobiliarios.
“Supuestamente ya compró algo que se va a realizar…”, pondera Ortiz Flores.
“Qué está pasando con estos desarrollos de vivienda?… Si ustedes van a Caucel, puras casitas iguales que no le resuelven la vida a nadie. Puras verdaderas –como dice un amigo–, hornos de microondas. Chiquitos y calientes… Muchos vacíos… Y eso pasa en todo México”.
En ese contexto, compartió que la semana pasada, en una reunión en la Ciudad de México, se abordó el “descrecimiento”, es decir, cómo frenar este “crecimiento loco” que se está dañando al planeta.
“Estamos acabándonos el planeta. Estamos creciendo tan rápido, que no alcanza… No sólo estamos acabándonos bienes que no tienen reposición alguna; estamos acabándonos hasta los que tienen renovación…
“Pescamos más de lo debido, arrasamos bosques más de lo debido…”, alerta.
En su experiencia, considera que los seres humanos “somos tantos” que nos hemos convertido en una plaga.
En el encuentro del miércoles pasado, organizado por el Equipo Indignación A.C., asistieron representantes de la ex hacienda Santa Gertrudis Copó y de la localidad de Chablekal, ambas en el municipio de Mérida.

(LectorMx)