Mérida, Yucatán.- La Iglesia Católica considera que Mérida “no puede abrirse indiscriminadamente a todo tipo de población” porque la llegada de personas de México y de otros lugares del mundo está obligando a deforestar vastas zonas del Estado.

El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, enlistó la tala de árboles y el corte de vegetación como uno de los problemas medioambientales que en un futuro serán abordados, en foros públicos, por la Iglesia para crear conciencia entre los propios católicos y “la gente de buena voluntad”.

“Hay que tener mucho cuidado, planear muy bien… yo creo que no nos podemos abrir indiscriminadamente a todo tipo de población y a construir en cualquier lugar”.

El jerarca católico fue entrevistado en el marco del I Foro sobre el Cuidado del Agua en Yucatán, que organizó la Arquidiócesis en la Universidad Marista de Mérida.

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Cuestionado sobre la posición de la Iglesia en el conflicto de la megagranja porcícola en Homún, en donde también se ha puesto sobre la mesa la contaminación del agua, el Arzobispo se deslindó:

“La Iglesia no tiene posición en conflictos concretos. Lo importante es con esto dar principios que ayuden a las conciencias de las personas en cualquier tema en cualqueir asunto puntual”.

Sin embargo, su declaración contrastó con la que dio en el I Encuentro de Pueblos Originarios, en agosto, y en la rueda de prensa en la que se anunció el foro del agua, y en la que el obispo auxiliar, Pedro Mena, hizo eco de una queja de las comunidades cercanas a la Cervecería Modelo: la escasez de agua.

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Sobre Homún, se limitó a decir que la Iglesia no tenía posición en conflictos específicos, y que el objetivo del foro era formar conciencia de los católicos y de la gente de buena voluntad, “especialmente con las enseñanzas del Papa Francisco”, con la encíclica “Laudato Si”.

En ese sentido, recordó que los obispos de América Latina elaboraron un documento para “aterrizar” las peticiones del Papa, al que titularon “Discípulos misioneros custodios de la casa común“, el cual, hace unas semanas focalizó en Yucatán, y se los envió a los sacerdotes.

Más tarde, en su exposición dentro del foro, el obispo admitió que la enseñanza del Papa fue bien recibida en muchos ámbitos, como el académico, pero dentro de la Iglesia había fracasado, pues no ha tenido eco como en otros círculos.

En la entrevista, habló sobre los temas que, en un futuro, la Iglesia podría abordar en otros foros, como la deforestación, la basura y la calidad del aire. Sobre el primer tema también dijo:

“La ciudad (de Mérida) está creciendo por llegada de tantas personas que vienen del mismo México y otros lugares del mundo, y para eso es necesario deforesetar y eso tiene consecuencias”.

En el foro, Héctor Estrada Medina, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), expuso los resultados sobre estudios que ha realizado en los suelos de Yucatán. Dijo que, debido a que es permeable, el agua que cae en la superficie arrastra todo tipo de sustancias, entre ellas las contaminantes.

En el siguiente video, puedes ver la exposición completa del experto en ciencias del suelo y agua.

Por su parte, Jesús Alfredo Araujo León, investigador de la Facultad de Química de la misma Universidad, expuso los resultados de estudios sobre los contaminantes del suelo yucateco, entre los que destacó principalmente los agroquímicos.

Estas sustancias no sólo se han contrado en la sangre de los habitantes -como, por ejemplo, las mujeres mayas- sino que han “pasado” a otras generaciones a través de la leche materna.

En el audio siguiente, puedes escuchar la exposición completa del experto en contaminación del suelo.

Luego de las 3 ponencias -incluida la del Arzobispo- en la que habló principalmente del origen de la doctrina social de la Iglesia, para justificar el abordaje del tema medioambiental, se organizaron 5 mesas con diferentes temas relacionados con los temas expuestos.

Las conclusiones a las que llegaron se darán a conocer en las próximas semanas, a través de la Arquidiócesis de Yucatán, y también se les enviarán a los gobiernos locales.