Mérida, Yucatán.- Camino a la renovación de la dirigencia del PRI en Yucatán, el ex diputado federal Francisco Torres Rivas se reunió con representantes sectoriales para refrendar su inscripción en la competencia por la presidencia del Comité estatal (CDE).
Al menos otras dos planillas seguían firmes para su registro este domingo y las encabezan Francisco Medina Sulub y el alcalde de Sucilá, Diego Lugo Interián, éste último con el supuesto apoyo en bloque del capítulo Yucatán de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM).
“No hay panchito malo”, definió Torres Rivas en entrevista.
“Y es una competencia interna, en el PRI no va haber rivalidades, por el contrario, que sea esto que nos sirva para poder llevar lo que los priístas quieren escuchar en todo el estado de Yucatán”, zanjó.
El también ex secretario de Obras Públicas en el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco, descartó influencia directa de ésta en la campaña que llevará a cabo durante casi un mes.
Sin embargo, presumió su amistad con Rolando Zapata Bello, con la propia Ortega Pacheco, con Mauricio Sahuí Rivero, con Jorge Carlos Ramírez Marín y Pablo Gamboa Miner, citados por él en ese orden.
“Pero aquí, algo que quede muy claro, Panchito Torres va llegar con el voto y el apoyo de la base”, reviró.
Tras recordar la pérdida del poder en los años 2000 y 2001, Torres Rivas propuso retomar el trabajo duro.
“Y yo recordaba el otro día con unos compañeros: regresar a la mística de tener tu bolsa de charritos y tu litro de coca, o de refresco para que no metamos el gol, y estar en las colonias, estar en las comisarías, en las comunidades haciendo política, haciendo la parte…”
Consideró que, a falta de dinero, el PRI debe de rodearse de gente que quiera trabajar y servir, por eso el mensaje de esperanza a sus compañeros y que levanten el ánimo.
“Y sobre todo que estamos vivos, que estamos de pie y que estamos andando”, expresó.
El aspirante confió en la limpieza y transparencia del proceso, ya que eso daría fuerza y sustento al nuevo liderazgo en el CDE.
Respecto al préstamo de 250 millones de pesos que requiere la dirigencia nacional para solventar gastos, reconoció que la situación económica del PRI es un “problema muy complejo” y no alcanza el presupuesto.
(LectorMx)