Mérida, Yucatán.- El Tren Maya deberá planearse en lo técnico por expertos certificados para evitar fallos estructurales y perjuicios que impliquen el deslinde de responsabilidades, como ocurrió en el pasado reciente, afirmó el reconocido experto Alfonso González Fernández.

Como integrante del Consejo Mundial de Ingenieros Civiles (WCCE) planteó que ningún mexicano debe tener miedo al impulso de infraestructura, la cual, como el caso del megaproyecto del sur-sureste deben estar avalados por conocedores en la materia.

Los estudios de la obra deben estar a cargo de profesionales acreditados con nombres y apellidos, con el registro de sus cédulas profesionales, de tal manera que se eviten inversiones sin expedientes técnicos, recalcó el ex presidente de la Federación de Ingenieros Civiles de la República Mexicana (Fesic).

Se refirió así a fallas técnicas y desplome de obras en otros estados del país, como fue el colapso del tramo Morelos-Chilpancingo de la autopista del Sol y las irregularidades de la ampliación de la México-Toluca.

En cuanto a la posibilidad de que se construya una sección subterránea para el Tren Maya en Mérida, tal como lo sugirió el representante del gobierno federal en Yucatán, Joaquín Díaz Mena, el experto recomendó un exhaustivo análisis de las condiciones del suelo, el tipo de piedra y la tecnología disponible.

Este tipo de obras que representan alto grado de dificultad por las lajas o rocas que hay en el subsuelo implica considerar los costos y falta saber si existen los recursos económicos tanto públicos como privados para llevar al cabo esa tarea, advirtió en entrevista.

Todo tipo de construcción se puede realizar, dijo el ingeniero consultor, al aludir al ferrocarril Taiwán- Formosa en China que traslada diariamente pasajeros a 300 kilómetros por hora; sin embargo, la cuantiosa inversión implicará una recuperación en los próximos 40 años.

Por ello, estimó necesario una suma de inversiones de capital público y privado, de lo contrario difícilmente será rentable, sobre todo para los particulares.

También externó su confianza de que la población en general respalde la construcción del Tren Maya tras el proceso de consulta.

La obra, apuntó, es una oportunidad para impulsar el desarrollo del sureste, pero su planeación y posibles impactos deben estar detallados para evitar afectaciones que pudieran restar aceptación al proyecto.

(Jesús Mejía)