Peto, Yucatán.- Los mega proyectos privados y gubernamentales sumaron el rechazo de la Asociación Regional de Silvicultores del Sur A.C. de Yucatán.

Por afectaciones en sus vidas, el agua cada vez más contaminada y los animales silvestres sin alimentos ni lugar para vivir, campesinos demandaron detener las megagranjas porcícolas y el Tren Maya.

Su queja se sustenta de un análisis de la agrupación también denominada “U kanantaal Sihnaal”, (al cuidado del medio ambiente), en asamblea del pasado domingo 12 de junio.

Los integrantes del grupo se manifestaron en contra de esas obras monumentales en vísperas del inicio de la temporada de las siembras, según el calendario agrícola tradicional.

“Los pájaros y los tejones ahora se refugian en nuestras milpas y en dos por tres afectan nuestro sistema productivo, y sin esperanzas en llevar los alimentos al hogar.

“Ahora es difícil cultivar y cosechar, incluso los tejones están incursionando en los solares urbanos o en las plantaciones de piñas, si bien hace algunos años, los tlacoaches, esperan que se maduren, hoy así de verdes los consumen”, expusieron.

En un escrito, plantearon que fauna silvestre, como plagas de ardillas, invaden solares y acaban con frutos de consumo: nances, mamuncillos y mangos, entre otros.

“Si bien escuchábamos el caso de Homún, o los enormes charcos de heces fecales de las megagranjas en varias regiones, ahora esas granjas ya invadieron el sur de Yucatán, en donde no solo esperamos pestilencias, sino la grave contaminación del agua.

“En nombre del empleo, megaproyectos amenazan la vida de todos, en donde no solo se pierden cosechas, sino la grave afectación por siempre del agua que consumimos”, precisaron los hombres del campo.

Además, asentaron que cada año se pierden en Yucatán más de 20 mil hectáreas de selva baja o secundaria por la ampliación urbana y otras causas.

De acuerdo con sus estimaciones, descendientes de mayas que habitan en por lo menos 40 municipios de la zona centro, sur y oriente de Yucatán “son los que cada vez ven reducida sus cosechas por los efectos del cambio climático, el cambio de uso de suelo, la deforestación y como consecuencia la falta de lluvias”.

En otro punto, reprocharon el abandono y falta de políticas públicas reales que promuevan el desarrollo integral por parte de las autoridades municipales, estatales y federales, lo que al final favorece el despojo de sus territorios.

En particular, condenaron la ausencia de “subsidios reales” para seguir reproduciendo su tecnología milenaria: la milpa que provee alimentación sana y sustentable a corto plazo con maíz, frijol y calabazas, así como animales de traspatio y como subproducto de la selva, la miel de abejas.

En su condición de pueblos originarios y en vulnerabilidad, denunciaron que cada vez son violados sus derechos humanos y han sido ignorados y marginados por los gobiernos anteriores.

Sin embargo, con “los de ahora” ni siquiera fueron consultados por el proyecto Tren Maya a pesar de que son directamente perjudicados.

En el texto, los interesados suscriben:

1. Demandamos la suspensión total del Tren Maya porque ha provocado la llegada actores a acampar nuestras tierras, aumentar la violencia, y de paso acabar con nuestra única economía, la milpa y la apicultura, y de esa forma agravar y privarnos de nuestro sistema natural de riego, la temporada regular de lluvias, y sobre todo por erosionar la espiritualidad de nuestros usos y costumbres, la Cultura maya viva.

2. Clausura de las mega granjas porcícolas que operan por todo el estado de Yucatán, que están contaminando los mantos acuíferos y que hoy en día ponen en riesgo la calidad del agua dulce, patrimonio de las nuevas generaciones.

3. Que se respete nuestro derecho fundamental al territorio y a una producción sustentable como estaba antes del surgimiento de los agroquímicos.

4. Mientras llegan los bioinsumos demandamos fertilizantes gratuitos como los que se entregan en otros estados del país.

5. Que se implemente un programa emergente de entrega justa de maíz, por los siniestros de la temporada pasada, inundaciones y plagas.

6. Que se otorguen incentivos a los que ya producen de manera orgánica y que se considere la capacidad del campesino en la regeneración de su propia tecnología y el uso de los saberes milenarios.

7. Exhortamos a las demás comunidades y ejidos a organizarse para la defensa de la vida y el territorio.

“Los miembros fundadores de esta organización no gubernamental, son primordialmente campesinos de origen maya, provenientes de comunidades pertenecientes a varios municipios ubicados en el sur de Yucatán, y que en otros tiempos fue considerado el granero del estado por proveer a otras poblaciones con el sagrado grano”.

La Asociación Regional de Silvicultores “U kanantaal Sihnaal”, con sede en Peto, fue fundada en 2006, en una superficie territorial denominada Unidad de Manejo Forestal UMAFOR 3102 y tiene influencia en 12 municipios del sur de Yucatán.

(LectorMx)