Mérida, Yucatán.- El anuncio del gobierno federal de que emitirá decretos para ejercer mayor control de las granjas porcícolas en Yucatán ante la contaminación que generan en los acuíferos, fue celebrado por Greenpeace México.

La organización, que definió la decisión como “buenas noticias para la selva maya”, refirió que lleva más de cuatro años en trabajos para “conseguir clausura y prohibición” de las instalaciones sin permiso legal, por lo que saludó este primer paso.

“Ahora necesitamos que pase de las palabras a la acción”, planteó en referencia al compromiso en el tema del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“¿Por qué es importante? Las granjas porcícolas que se encuentran en medio de la selva maya tienen impactos socio-ambientales graves. Desde la deforestación y contaminación del agua, hasta el desarrollo de enfermedades. Esta industria también devasta la selva. En la península, cerca de 11 mil hectáreas de selva han sido deforestadas. Esto ocasiona la pérdida acelerada de biodiversidad de especies endémicas y en peligro de extinción, como el jaguar.

“Además, según nuestra investigación del 2020, de las 257 granjas que existen sólo 22 cuentan con estudios de impacto ambiental, por lo que son ilegales”, resumió.

Viridiana Lázaro, campañista de Greenpeace México, advirtió que no quitarán el dedo del renglón y que seguirán exigiendo se cierren “las granjas porcícolas ilegales” y se detenga la construcción y ampliación de mega-granjas porcícolas, hasta que sea una realidad.

“¡Ayúdanos a seguir luchando para proteger la selva maya!”, remató la suscrita en un comunicado.

Casi a finales de 2020, la agrupación publicó el reporte “La carne que está consumiendo al planeta”, a modo de radiografía de la actividad en la península de Yucatán.

En ese entonces, la península de Yucatán tenía el 14.2 por ciento de las granjas porcícolas identificadas en el país, y Yucatán proveía el nueve por ciento de la producción nacional.

Los números establecían aumento de la producción local en Yucatán, ya que esta industria crecía a 4.5 por ciento anual, superior que el de Sonora y Jalisco (2.6 y 1.7 por ciento, respectivamente), principales productores de carne de cerdo en México (OCDE,2019).

(LectorMx)