Por Bernardo Caamal Itzá
Peto, Yucatán.- Para el gobierno y sus andamiajes que imparten justicia en Yucatán, les resulta más fácil romantizar la violencia al que viven a diario las mujeres, en donde los agresores, al final, sus hechos quedan impunes.
A la fiscalía General del Estado, les resulta más cómodo trabajar de forma virtual, acosar a los que denuncian esos malos momentos, y luego esperar algunos días para convocar una rueda de prensa, y que los medios que están a su servicio, publiquen que fue un caso amoroso y con “algunos detalles” y que no relatan la realidad y que solo alimentan el morbo, entre que la violencia y sus tentáculos se adueñan de la vida comunitaria.
Los medios de comunicación que incurren a publicar estos hechos en donde la mujer es agredida, pero ellos, al romantizar la violencia, es condenable y merecen el repudio social, porque dejan en claro, que aún el tema de género aún no permea en las instituciones dedicadas a la impartición de la justicia y mucho menos en los medios de comunicaciòn.
Es cierto que puede haber mujer policía, pero con actuar machista, en cuya labor, terminan redactando documentos bajo esa perspectiva, pero para el caso de mi hija, la denuncia se levanta con fundamento en los artículos 108, 109 fracción IX y 211 fracción I inciso a) del Código Nacional de Procedimientos Penales, vigente, vengo por medio del presente escrito a presentar formal DENUNCIA en contra de su agresor, quien, para efecto de ser notificado de la existencia de esta DENUNCIA, tiene su domicilio ubicado en Peto, a quien le imputo los DELITOS DE VIOLENCIA FAMILIAR EQUIPARADA, AMENAZAS Y LESIONES contenidos en los artículos 229, 233, 357 todos del Código Penal del Estado de Yucatán, en vigor.
Parte de la denuncia de hechos, mi hija declara que su agresor “ser muy celoso, controlador, impulsivo y agresivo conmigo. Incluso, me controlaba todo, no me dejaba salir sola de mi casa, siempre tenía que estar acompañada por él o por otra persona que fuera cercana para que no se enojara, me quitaba el celular para revisarlo y me obligaba a darle acceso a toda mi información personal, como mis contraseñas de acceso a redes sociales. También me insultaba cada vez que estaba enojado conmigo o por algo que le sucediera. Asimismo, no le gustaba que visitara a mi familia, amistades y demás seres queridos, diciendo que me metían ideas en la cabeza e incluso obligándome a tener que pedirle permiso para poder ver a mis papás”
El día de los hechos, después de insultarla, en su declaración señaló “me empujó con mucha fuerza contra la pared, lo que conllevo a lastimarme con la llave de la regadera. Ante tal agresión me puse a llorar y salí del baño para dirigirme a donde tenía una hamaca colgada. Este me siguió y continúo preguntando lo mismo, al ver que no le respondía, me empujó de la hamaca y me caí hacía el suelo” De ahí le dio una bofetada en la cabeza con la palma de su mano.
“Frente a tales agresiones, intenté contactar a mis familiares para pedir auxilio, pero no pude” pues el agresor, le controla el celular y le borró lo contactos familiares”
Por que las autoridades desde el municipal, incluyendo su centro de salud de Peto, aunque mi hija acudió a ellos, no permitieron el documento al que ellos accedieron de la denunciante, y en el caso de la Fiscalía con sede en Tekax, aparte de la lentitud al que se caracterizan, trasnochados y sin ganas de trabajar “Te voy a atender” pero nuestra hora de atención, es de 9 a 3 de la tarde dijeron la noche del 24 de agosto; mientras que los que están en el pasillo de aquella dependencia nos dijeron” la realidad es que si les pides atención, se molestan y no te atienden, el servicio de ellos, inicia alrededor de las 10 a 10:30 de la mañana.
Mientras que el protocolo Alba, un protocolo que es más virtual que real, en donde al final, como el caso nuestro, le hacen caso más a un pasquín al servicio del gobierno del Estado para darle carpetazo, y anoche, los funcionarios de la fiscalía de Tekax arribaron a mi domicilio para decirme “venimos por tu firma por conclusión”
¡No puedo firmar nada…!, Dado que no hicieron su trabajo con ética, en referencia de que no me lo presentaron y solo se basaron en “su medio de comunicación” y que por la foto que aparece ahí, la imagen muestra que fue capturada en el domicilio del agresor, pero la supuesta declaración publicada en ese medio “armada en forma romántica” y señalan que esta declaración fue realizada el primero de septiembre y que después de las 13 horas del día 4 de septiembre, este medio de comunicación informó.
Así vivo en carne propia, cómo el gobierno de Vila y sus andamiajes de Justicia, trabajan para “minimizar la violencia al que viven las mujeres” mientras que la realidad, es otra.
Nuestra familia hace del conocimiento comunitario y denuncia las arbitrariedades y la falta de sensibilidad de las instituciones que velan por la justicia y del bienestar de la comunidad.
No permitamos “normalizar la violencia y menos romantizar” de parte de los medios de comunicación y que solo alimentan el morbo y no hablan de la realidad del caso; por otro lado, exigir que el trabajo de las instituciones se distingan por aplicar la ley y que se distingan sus acciones envueltas en valores humanos, ética protocolos al beneficio social.