Mérida, Yucatán.- En otro episodio del conflicto en la Sección 33 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), afiliados de esa organización tomaron las instalaciones y se confrontaron entre compañeros.

Integrantes de Secundarias Unidas de Yucatán (SECUNY) colocaron cadenas y candados a las rejas del edificio como una medida adicional al plantón permanente que llevan a cabo desde el pasado día 21.

Las movilizaciones en forma comenzaron desde el 4 de junio con la entrega de un pliego petitorio y la solicitud de reunión directa con su secretario general, BJ Emmanuel González Chávez.

Desde entonces, se quejaron los manifestantes, no hay respuesta, el dirigente les ha dado la espalda e, incluso –alegan– los ha difamado en medios de comunicación y en redes sociales a través de personas ajenas al gremio.

Por ello, pudieron la renuncia de González Chávez y la intervención del comité nacional.

“Lo que queremos desaparecer son a esas personas que no están trabajando. Porque sabemos que un sindicato es necesario para defender nuestros derechos, pero el grupo de BJ Emanuel González Chávez no ha trabajado, no nos defiende en nada y ya estamos cansados”, dijo Gabriel Cabañas Marrufo, uno de los inconformes.

Mientras unos 30 afiliados cerraban el acceso, adentro otros 20 gritaban a favor de la directiva objetada, repudiada.

“Es una vejación, es ridículo lo que hacen… no hacen nada.

¿Por qué creen que están ahí, gritando? Porque no quieren ir a dar clase, porque saben que pueden estar ahí cuatro años sin hacer nada, sí? Y la labor magisterial está en las aulas, ¿estamos?”, expuso Cabañas Marrufo.

“Si no trabajan, que se larguen, porque si no pueden, que se larguen”, remató.

Lilia Balam Naal, otra de las voces del SECUNY, indicó que falta por resolver la mayoría de las “19 necesidades salariales” que plantearon a principios de mes.

A lo que califican de “cerrazón” de la Sección 33 sumaron la inacción de la delegación nacional a la cual se le presentó propuesta de asamblea extraordinaria para resolver la situación.

“Esto ha rebasado los límites…”, describió Balam Naal, quien insistió en que el líder nacional, Alfonso Cepeda Salas, “ponga sus ojos” en Yucatán.

A la versión de González Chávez y de su directiva de que SECUNY tendría intención personal o política para “desestabilización para el gobierno entrante”, los aludidos negaron ese argumento.

“Queremos aclarar que ni lo uno, ni lo otro. El grupo que está conformado, la base unida, somos trabajadores de la educación de los diversos niveles, en diferentes funciones”.

También reconocieron que predomina”un cansancio físico y emocional” por el desgaste de la lucha sin solución.

Uno de los declarantes –no identificado–, refirió que “toda esta gente que viene del nacional” tiene un costo de 30 mil pesos mensuales.

“Se están dando el lujo estas personas, solo por venir a estar sentadas… son doce personas que en realidad no están haciendo nada por defender nuestros derechos”, acusó.

La rispidez de las discusiones y la queja de que unas 20 personas estaban “secuestradas” en las oficinas requirió que un policía acudiera a verificar que podía salir quien quisiera, pero no entrar de nuevo.

(LectorMx)