Por Adela Mac Swiney González

Calanda, España.- Buñuel está sano, preservado y se puede decir que hay Buñuel para rato, así como que su obra se seguirá difundiendo en el mundo gracias a los trabajos de restauración, coincidieron Iván Trujillo, director general de la Televisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Javier Espada, director del Festival Internacional de Cine Buñuel-Calanda en la conferencia “Los olvidados, ejemplo de preservación, restauración y difusión”, en el marco de la XIX edición del certamen.

El certamen rendirá un homenaje en su Gala de Clausura a la Filmoteca de la UNAM e Iván Trujillo, quien la dirigió de 1989 al 2008, resaltó que gracias a ella, desde su creación hasta la actualidad, podemos asegurar que hay materiales de preservación de toda la obra de Buñuel, lo cual es muy importante, “se puede pensar incluso que hay Buñuel para rato a través de eso, lo que no es el caso de otras filmografías”.

Ha explicado que a raíz de varias iniciativas como exposiciones que se hicieron en el Reina Sofía, en España, así como en el Palacio de Bellas Artes, en México, se planteó que era importante preservar la obra completa del cineasta.

“Yo diría que hay materiales de buena calidad, si no están en negativo original, hay material de buena calidad y que permiten hacer restauraciones electrónicas y digitales como las que se están haciendo ahora con su película `El’ y por eso digo que hay Buñuel para rato”, reiteró.

En la conferencia se hizo hincapié en que la película “Los olvidados”, de Luis Buñuel, es el único filme mexicano registrado en el programa Memoria del Mundo, iniciativa internacional propulsada y coordinada por la UNESCO desde 1992, con el fin de procurar la preservación y el acceso del patrimonio histórico documental de mayor relevancia para los pueblos del mundo, así como también promocionar el interés por su conservación entre los Estados miembros.

“Hasta ahora es la única película mexicana que está en esta iniciativa que registra documentos muy importantes y en el caso de “Los olvidados” fue pensar que era una película de un cineasta exiliado, de un cineasta que hizo su carrera en tres países distintos, España, México y Francia”, señaló Trujillo quien agregó que el filme, que ha tenido dos procesos de restauración, cuyos derechos son de la fusión de Televisa y Univisión y que se encuentra en las bóvedas de la Filmoteca de la UNAM con eficientes sistemas de preservación es sin duda es una de las diez películas mexicanas más importantes.

“Yo siempre digo que Buñuel era mexicano porque es alguien que realmente retrata perfectamente al país, que demuestra que comprendió muchísimo de la cultura de éste, donde le encantaba vivir y donde seguramente encontraba el surrealismo día a día; tenemos que tener un agradecimiento con muchos de los que lograron llegar para allá, como Buñuel que llegó a ser parte de la inteligencia de México y llegó a enriquecer la nuestra”, anotó.

Para Javier Espada, “Los olvidados” es una obra única, excepcional dentro de una temática que impulsó el cineasta calandino de cine de denuncia y además ha puntualizado que “Buñuel es un cineasta internacional, su legado sigue vivo y sigue inspirando a cineastas de todo el mundo”.

Resaltó la labor de la preservación, no solo para cuidar el patrimonio fílmico sino porque permite impulsar una nueva difusión. “La restauración es una herramienta para que el público vuelva a descubrir películas de años anteriores y vuelva a conectar con ellas”, añadió.

El Castillo de Calanda fue la sede de la proyección, la víspera, del cortometraje “Regreso al armario”, de Gerald B. Fillmore, presentado por José Ángel Delgado y del largometraje “Al otro lado del río y entre los árboles”, de Paula Ortiz. Coproductor con el director del cortometraje, Delgado ha compartido que ambos tenían algo de miedo de cómo iba a caer esta producción en festivales, donde el público es un poquito más crítico y exigente, “pero estamos contentos, llevamos ya varios reconocimientos, así que la parte del corazón y la parte profesional están satisfechas”.

En el cortometraje, tras diez años viviendo juntos, Sebastián va a decirle la verdad a Lucía sobre su orientación sexual. El pobre lleva años escondiéndose por miedo a que no le acepten pero por fin se ha decidido a contarle a Lucía la verdad: Sebastián es heterosexual. Ha llegado la hora de salir del armario, bueno, entrar.

(LectorMx)