Mérida, Yucatán.- A las críticas por la tala de viejos y enormes árboles como parte de la “modernización” de la Plaza Grande de Mérida, los diseñadores de la propuesta finalmente salieron al paso.

El proyecto de arborización “no sólo responde a un compromiso del Gobierno del Estado para conservar el patrimonio histórico, sino al respeto del significado y la importancia que representaban los árboles para los mayas”, argumentaron.

En sustitución, según un comunicado, se introdujeron especies consideradas “sagradas” por los ancestros de estas tierras: ceiba, balché, ramón, álamo o kopó y la jícara.

Para los antiguos mayas –explicaron– estos árboles eran esenciales para la vida y estaban impregnados de simbolismos religiosos y cosmológicos.

“En el proyecto se consideró la colocación de 106 árboles de los cuales 42 son de estas cinco especies sagradas”, expusieron.

Conforme los planes arquitectónicos, las ceibas en el centro de cuatro trapecios del parque, remarcan su importancia como árbol sagrado de la vida que conecta el cielo, la tierra y el inframundo en la cosmogonía maya.

Los balchés, otro árbol sagrado para los mayas y su relación con la vida y la fertilidad, se colocarán cerca del asta bandera para mantener un espacio de gran relevancia en el parque, sin que interfiera con su uso.

En los cuatro trapecios restantes de la Plaza Grande se ubicarán los álamos, vinculados con el dios del maíz y su contribución en la creación del papel mate para escribir los códices mayas.

“Para resaltar su importancia en eventos tradicionales, en los bordes del parque se colocarán las jícaras, que representaban un vaso sagrado y que en los antiguos códices mayas y el Popol Vuh era considerado como el cielo porque es el cuenco con el que los antiguos dioses vierten el agua sobre la tierra”, precisó el reporte oficial.

Los árboles de ramón, utilizados por los mayas como fuente de alimento por su alta calidad nutricional y su aporte para restaurar suelos degradados, serán colocados a lo largo y ancho de todo el parque central.

“Estas especies sagradas, que son de gran importancia para continuar conservando y respetando su legado en la cultura maya, convivirán con otras variedades que se incluyeron en el proyecto de arborización como chaká, bojón, caoba, caracolillo, maculís rosa y amarillo”, asentó.

(LectorMx)