Mérida, Yucatán.- A menos de un mes de la consulta sobre el Tren Maya, el presbítero Atilano Ceballos Loeza, director de la Escuela de Agricultura Ecológica de Maní “U Yits Ka´an” (rocío que cae del cielo), pidió respetar los tiempos de las comunidades indígenas.
“Finalmente no queremos enfrentamientos, pero sí queremos que, con toda libertad, cada quien pueda exponer sus razones para apoyar o sus razones por las que considera que no podría ser oportuno”, explicó en entrevista.
“Sí yo creo que los tiempos también es parte de la consulta; no pueden imponer tiempos. Entonces, digamos que, tendría que dialogarse ambas partes para que los tiempos vayan y que realmente sea una consulta informada, de tal forma que las personas a las que van a ser consultadas sepan exactamente”, planteó.
Según el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la opinión de los pueblos originarios debe ser libre, previa e informada.
Aunque el gobierno federal ha fijado los días 14 y 15 de diciembre próximo para la consulta, el sacerdote recomendó valorar la conveniencia de “adecuarlos” a los tiempos de las comunidades.
Desde su percepción, en lo general en los pueblos se conoce “la noticia” del Tren Maya, pero no del trazo ni de sus implicaciones.
“Si hay este proyecto u otros que han llegado, en donde no ha habido esa disponibilidad para que se pueda informar sino que solamente llegan y se imponen, pues entonces creo yo que se va creando esa molestia”, precisó.
El grupo, aclaró, realiza acompañamiento a familias –no a todos los habitantes– en localidades del sur y oriente de Yucatán, desde Maní y Valladolid, así como sus alrededores.
En lo particularmente, vislumbró mayores afectaciones del Tren Maya en las zonas donde no existe red ferroviaria actualmente.
“Si va pasar por manglares, si va pasar por espacios, ecosistemas complicados ¿cómo hacer para que el impacto sea menor, no?, porque estamos en una situación difícil, a mí me parece. Desde nuestra perspectiva”.
La opinión del activista se basa en que “todo el ecosistema de la Península (de Yucatán) es muy vulnerable”.
“U Yits Ka´an” (Mérito Ecológico 2014) es una de las agrupaciones que suscribió un pronunciamiento el domingo pasado, en la que se establece que la consulta es “una farsa y una burla”.
El colectivo, que incluye a Culture Box Project, Kakuxtal Much Meyaj, Kanaantaal Sijnal, Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida, así como la Red de Productores de Servicios Ambientales, se denomina Frente Peninsular por la Vida y la Selva.
Aunque en lo personal no es quien firmó el escrito, Ceballos Loeza –como representante legal de la Escuela de Agricultura Ecológica– advirtió que no son solamente las líneas del tren las que preocupan.
“Es un modelo que se está…, o digo yo un anti modelo. Entonces es un punto que a nosotros como escuela nos parece grave, porque nosotros tratamos de proponer todo lo contrario: el conservar las tierras, el conservar los montes, están muy contaminadas las tierras, agotadas.
“Creo que es el conjunto. No se puede ver una sola cosa, sino que tenemos que ver el conjunto, el todo. Fragmentar la realidad, creo que no es lo más oportuno”, sostuvo el promotor social.
“A nosotros nos preocupa el todo, no solamente una parte; porque un ecosistema es una serie de redes que se van tejiendo, de círculos virtuosos que pueden ayudarse unos a otros.
“Entonces si vamos fragmentando aquí y vamos deforestando allá, si vamos contaminando, entonces se está rompiendo, estamos propiciando un desequilibrio que, a la larga, vamos a tener que (pagar), la naturaleza nos va pasar la factura”, resumió.
(LectorMx)