Un estudio determinó que hay malos hábitos que aumentan el riesgo de morir de una persona.

No es cuento: tomar trago en exceso, comer mal, fumar, ser físicamente inactivos, tener problemas de sueño y pasar horas sentados trabajando o viendo televisión son malos hábitos que enferman y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de establecer la expectativa de vida de una persona.

Esta es una de las conclusiones de un trabajo hecho por investigadores de la Universidad de Sidney, durante el cual analizaron datos sobre hábitos de 232 mil australianos, de 45 años o más, obtenidos durante seis años de seguimiento continuo y contenidos en el Global Burden of Disease.

Según los científicos, cuyo estudio se divulgó en la edición de noviembre de PLOS Medicine, más de la mitad de las muertes del mundo pueden atribuirse, definitivamente, a esta clase de comportamientos de la gente o al ambiente en el que vive.

La combinación de varios de ellos exige, de acuerdo con la publicación, sacar banderas rojas a quienes los presenten y empezar a tomar medidas para ponerlos bajo control.

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