Por: María del Mar Boeta
Mérida, Yucatán.- El Macay volvió a apostar por la música experimental para regalar al público yucateco una noche única de música. El nombre: A Love Electric.
El trío, integrado por el estadounidense Todd Clouser (guitarra y voz), el argentino Hernán Hecht (batería) y el mexicano Aarón Cruz (bajo), integró a Mérida en su gira por México y ayer ofreció la primera de sus presentaciones en la capital de Yucatán (hoy estará en el Delorean). Como parte de su tour ya actuó en Villahermosa y Palenque y los próximos días visitará San Cristóbal de las Casas, Cholula, Amatl y la ciudad de México.
La cita de anoche en el Macay fue como una velada entre amigos. Jóvenes en su mayoría, pero también turistas y alguna que otra pareja de edad madura, pero de corazón rejuvenecido por la música acudieron al llamado puntuales porque el trío, apenas el reloj marcó las 8 de la noche, comenzó su viaje por distintos géneros musicales.
A Love Electric no puede clasificarse como rock, blues, jazz, pop…. pero a la vez tiene cabida en cada uno de ellos porque presta sus acordes y sonidos, dando como resultado una propuesta que es imposible que resulte aburrida para la audiencia.
La voz suave de Clouser, el ritmo de Hecht y la pasión en el bajo de Cruz tuvieron un efecto inmediato sobre los asistentes: no podían retirarles la vista, seguían cada tema con un movimiento de la cabeza o pies y recompensaban a los músicos con sonoros aplausos y gritos. El guitarrista y cantante, el baterista y el bajista dieron rienda suelta durante sus solos y quienes los escuchaban no podían dejar de manifestarles su admiración al concluir.
Así, cada integrante de la audiencia podía reconocer la influencia de Miles Davis, The Melvins, Bob Dylan, Led Zeppelin, Tom Waits, Charlie Parker o The Who, entre otros artistas que son referencia en la trayectoria de A Love Electric según el grupo ha revelado.
Fue una noche musical entre amigos porque el trío ofreció sus melodías sin barreras con el público ni poses de estrella. Los árboles, esculturas y arquitectura del Museo Fernando García Ponce ayudaron a crear el ambiente perfecto para que la visita de A Love Electric fuera aún más especial.