Tu cuerpo tiene sus propios tiempos, aprende a escucharlo y sácale el máximo provecho a tu rutina

a) Ejercicio por la mañana.

Si haces ejercicios tranquilos, como caminata o pilates, este horario te puede funcionar súper bien.

La actividad por la mañana te ayuda a establecer una rutina y ser consistente para hacer ejercicio con regularidad, además le darás prioridad a tu rutina, por lo que es menos probable que se atraviese algo en tu día que te impida ir al gym.

El entrenamiento matutino te ayudará a dormir mejor durante la noche y te ayudará a quemar grasa más fácil. Como después de tu entrenamiento necesitarás hacer tus labores diarias, recuerda despertarte con tiempo.

Importante: Es probable que tu temperatura corporal sea más baja que de costumbre, por lo que necesitarás calentar un rato más largo para preparar tus músculos.

b) Por la noche.

Si haces ejercicio al final del día, el mejor momento para entrenar es entre las 17 y 18 horas. En ese momento tu temperatura corporal habrá alcanzado su punto máximo del día y tendrás menos posibilidades de lesionarte.

Es más probable que por la noche seas más flexible, ágil y hasta que tus pulmones funcionen mejor. Por eso, los ejercicios de fuerza y peso conviene hacerlos por la tarde-noche.

Por otro lado, a esta hora la temperatura corporal y los niveles de hormonas alcanzan un nivel máximo, por lo que físicamente tu organismo se encuentra en el momento ideal para hacer ejercicio.

Esto te ayudará a logar mejores resultados tanto en resistencia como en aumento de músculo.

Prueba qué horario te funciona mejor y actívate hoy mismo, verás unos cambios increíbles en tu cuerpo y en tu actitud.

(cosmoenespanol.com)