Por: María del Mar Boeta

“¿Qué calor está haciendo, veeeeerdad?” es la frase que comienza toda las charlas de nuestra querida ciudad Mérida, capital de Yucatán. Son los meses en que Yucatán se convierte en una sucursal del infierno y cada año -salvo que ustedes digan lo contrario- los rayos del Astro Rey calientan con más fulgor.

El ser humano es tan poderoso que, efectivamente, a todo se acostumbra, y después de un breve período de quejas ya estamos completamente adaptados a cualquier situación por más adversa que parezca. Una de ellas tiene nombre: Calor.

No podemos hacer mucho para evitar que las temperaturas suban y suban, lo que sí podemos hacer es enfrentarlo de diferentes maneras y no derretirnos en el intento. Y si aprovechamos las bondades que nos Yucatán, es mucho mejor, como por ejemplo:

-Antes de comenzar el día darse un refrescante baño (tempranito para que el agua aún esté fría, olvídese durante un tiempo del  bóiler). Repita esta acción las veces que le sea posible y lo que su agenda le permita y jamás pero jamás olvide rematar el aseo con talco.  Es una receta eficaz para mantenerse “fresco” la mayor parte del día.

-La hidratación constante es vital. A mitad de la mañana beber un vaso de deliciosa agua de chaya- también puede ponerle un toquecito de algún licor de su preferencia, pero recuerde que todo con medida-. Y no olvidemos que esta planta tiene un sinnúmero de beneficios para la salud, como la  regulación de la presión, mejora la circulación sanguínea, reduce el peso y aumenta el calcio, entre otros.

-Perfeccione el arte de mecerse en su hamaca. Si es de los que están acostumbrados a dormir en cama, repose unos minutos en la mecedora yucateca por excelencia, apoye la pierna en la pared e impúlsese… Garantizamos que se sentirá muy bien y ahorrará unos pesitos en su cuenta de electricidad al evitar el uso excesivo de ventiladores y aires acondicionados.

-Visite toda las noches la Dulcería y Sorbetería Colón y disfrute de uno de coco, acompañado de su vaso de agua. O aproveche que varios habitantes de nuestra ciudad sacan provecho de esta época y ofrecen “bolis”, helados y paletas caseras.

-Escápese a alguna de nuestras bellas playas. No importa cuál elija, si Progreso, Chelem, San Bruno, San Felipe, Chicxulub, Telchac o Dzilam de Bravo, esa sensación de alivio ocasionada por la brisa y el inconfundible olor a mar viene de la mano con cualquier playa yucateca.

Poniéndonos un poco más serios, debemos tomar todas las medidas posibles para evitar el golpe de calor. Este se da cuando nos exponemos directamente al rayo del sol por dos horas o más, o cuando por exceso de temperatura y calor, se presenta deshidratación, recomendó Luis Felipe Puente Espinosa, coordinador Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación.

Los golpes de calor, en un extremo, podrían llevar a la muerte por deshidratación, así que quienes deben extremar cuidados son los adultos mayores y los menores de edad.

A cuidarse.