El aprovechamiento de agua de lluvia se perfila como alternativa viable desde la perspectiva económica y tecnológica, para proveer del vital líquido a comunidades rurales y de la periferia de las ciudades no sólo de México sino de Centroamérica, el Caribe y América del Sur, señaló el asesor técnico principal para “Mesoamérica sin Hambre” de la FAO-Naciones Unidas, Alfredo Mayén.

Consideró que aprovechar las lluvias para captarlas y purificarlas, es fundamental para dar continuidad y seguridad de agua para consumo humano, para pequeñas explotaciones agrícolas y pecuarias de traspatio, sobre todo en beneficio de familias de escasos recursos.

Con la asistencia de 40 técnicos y especialistas procedentes de diez países del Subcontinente de América Latina –incluido México—urgieron a sus respectivos gobiernos a emprender acciones para enfrentar el cambio climático, la contaminación de aguas superficiales y subterráneas y adoptar tecnologías para captar y procesar “el agua que cae del cielo” para diferentes usos.

En la Unidad de Congresos del Colegio de Postgraduados de Montecillo, dio inicio el XXVI Taller sobre Sistemas de Captación y Aprovechamiento de Agua de Lluvia para el ‘Corredor Seco’ de Centroamérica y Territorios Vulnerables a la Sequía en Mesoamérica, dijeron que este intercambio de experiencias y conocimientos es el inicio de una cooperación más intensa para impedir que los efectos de la sequía y la falta de infraestructura sean las causas de que miles de personas padezcan hambre y desnutrición.

El coordinador del taller e investigador del Colegio de Postgraduados, Manuel Anaya Garduño, y el funcionario de la FAO, Alfredo Mayén, coincidieron en que la sequía es un tema recurrente en los países de Centroamérica y territorios vulnerables, como Colombia, República Dominicana, Belice, pero “hay que hacer algo”.

Al efecto, expresaron que la capacitación interpretada como transferencia de tecnología, es el primer paso para lograr los objetivos propuestos en foros internacionales y nacionales.

Reconocieron que en México se ha logrado avanzar en cuanto a tecnologías orientadas a atender la demanda creciente de consumo de agua.

Manifestó el doctor Alfredo Mayén, que en el mundo hay una experiencia de más de 3 mil años que el ser humano empezó a captar agua de lluvia y, en base a ese pasado, se han desarrollado diferentes técnicas que han prosperado en países como México y en los continentes europeo y asiático.

El futuro de los propósitos de captar y purificar agua de lluvia, ahora más por la variabilidad climática, está determinado por la voluntad de los gobiernos de todos los países de enfocar el desarrollo y adopción de tecnologías y que éstas se potencialicen, sobre todo para beneficio de poblaciones vulnerables, regularmente de escasos recursos.

Dentro del tema de seguridad alimentaria y nutricional y la agricultura familiar, el agua y el suelo son los factores más importantes. El agua en particular, dijo Mayén, representa la necesidad de tomarla como elemento prioritario para consumo humano, agrícola, pecuario e industrial. “El agua es generadora de vida”, puntualizó.

Ambos investigadores propusieron adecuar la Ley General de Aguas, de tal manera que se considere la captación y proceso de purificación del agua de lluvia como obligación legal para diferentes usos y, de esa manera, crear la infraestructura y sistemas de administración que sean necesarios.

Se puso como ejemplo a Islas Vírgenes, que pertenecen a Estados Unidos, donde el 80 por ciento del agua que se consume como potable y otros usos, es agua de lluvia, y esto está establecido en la legislación que rige en esos lugares.