Mérida, Yucatán. -“La reacción que producen ciertos componentes del cacao es similar al estar enamorado”, señala el chef Alfonso Castañeda.
“Si quieren enamorarse compren un chocolate. Somos muy fieles los chocolateros y nunca los van a dejar”, agrega el especialista gastronómico, que a pesar de no haber nacido en la entidad ya cumplió 10 años como residente de la zona.
“No puedo hablar de cacao y chocolates sin referirme a las personas que elaboran las jícaras en Tabasco, porque es un elemento fundamental al momento de probarlo”, señala como parte de su participación el Pabellón Artesanal y Gastronómico de Tabasco en el Centro de Artes Visuales.
“Hay mucho desconocimiento sobre él, por ejemplo, se piensa que sale de la tierra pero no, nuestras plantaciones de mazorcas son de gran calidad. El cacao hay que vivirlo para entender su fermentación, su valor estético como humectante, su nobleza”.
“Los chefs estamos utilizando su manteca porque es muy buena para cocinar y tiene mucho valor alimenticio. El chocolate que hoy presentamos a los yucatecos es el amor porque trabajar un cacaotal requiere mucho trabajo”.
“Ya entendimos nuestro papel en la cadena de valor y conservar las plantaciones, nada de tumbar las plantaciones y sembrar plátano o criar ganado. Los grandes chocolateros van a estar en Bélgica, Francia, Alemania pero a nosotros no nos ganan en preparar polvillo, de molerlo, ponerle canela”, añade Castañeda, quien invita a las yucatecos a acercarse a los artesanos para conocer los procesos de elaboración.
El Pabellón Artesanal y Gastronómico de Tabasco permanecerá en el Centro de Artes Visuales hasta el 23 de octubre con exhibición de sombreros, jícaras, productos de fibras vegetales, tiras bordadas y talabartería.
(María del Mar Boeta)