Mérida, Yucatán.- A casi tres semanas del asesinato de Emma Gabriela Molina Canto, su madre Ligia Teresita Canto Lugo ha emprendido otra batalla en su larga lucha por la justicia.

Está al frente de los afectados y, como tal, busca aportar pruebas contra los autores intelectuales del crimen. Quiere castigo para todos ellos.

“Todos y cada uno de los actores, de las personas que participaron en esto, porque tuvo que ser una cadena bastante larga que tengan el debido castigo”, dice en entrevista.

Además de los presuntos responsables a quienes investiga la Fiscalía General del Estado (FGE), ella ha incluido a otros más: miembros de la familia de su ex yerno, Martín Alberto Medina Sonda, y funcionarios del Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (Creset).

De los primeros, asegura que hay evidencia en desplegados publicados en medios de comunicación locales, con infundios e infamias dirigidos a la ahora occisa.

Resoluciones de jueces, notas periodísticas y copias de 84 amparos otorgados a Medina Sonda en su litigio contra Emma Gabriela, constituyen el grueso de la documentación.

De los segundos, doña Ligia considera que fueron partícipes desde el Creset al permitir que el reo Medina Sonda tuviera comunicaciones hacia el exterior y comodidades en una celda VIP.

“Le dieron la puerta abierta a este señor para ir haciendo las conexiones necesarias”, acusa.

“Es algo que por obviedad, al momento de que se le vincule al señor, por obviedad, le tiene que tocar también a la persona que permitió que tuviera esto”, anticipa.

Además, menciona que se ha concentrado en la probatoria de los diferentes tipos de violencia contra Emma Gabriela para lograr la reclasificación al delito de feminicidio, ya que el expediente de la FGE no lo contempla.

“Me la paso de un lado a otro, ahorita”, describe, al referirse a sus múltiples tareas en la atención de los tres nietos: Mariana, Isabel y Martín, bajo su custodia provisional, y cuya disputa dio origen al conflicto en 2010.

emma_muerte2De la sentencia a Medina Sonda, de más de 12 años de prisión por operaciones de recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero), expresa que “esto no es para Gabi, es un poco de justicia para los tabasqueños”.

Sin embargo, valora que le trae “algo de tranquilidad” y que, de manera indirecta, apoya lo que venían pidiendo ella y su hija desde hace siete años.

“Vuelve a ser, a salir, que mi hija jamás mintió, que mi hija lo que decía es verdad”, aclara.

(LectorMx)