Por Víctor Hugo Lizama Morales

Mérida, Yucatán.- El consumo de diversos frutos de la naturaleza lo hacemos por el mero gusto y sabor de los propios, pero cuando descubrimos que también nos proporcionan elementos que ayudan a nuestra salud, resultan ser más atractivos.

Tal es el caso de este fruto, que a pesar que no es originario de nuestras latitudes, se ha adaptado a nuestro clima y aunque es escaso existe en algunos patios y jardines.

Hace algunas semanas nos referimos al mango y mencionamos que son muy buenas para combatir la diabetes y quedamos pendientes con el higo.

El higo es un «fruto» obtenido de la higuera (Ficus carica). Desde el punto de vista botánico el higo no es un fruto sino una infrutescencia (ósea un conjunto de frutos).

Existen más de 750 especies de higos diferentes entre las que hay comestibles y no comestibles. Parece que su origen es Asia del este y de ahí se propagó a los países mediterráneos.

Es un fruto que el humano conoce hace casi 9 mil años. Los países que producen más higos son Turquía, Egipto, Argelia y España.

Aparte de lo delicioso que es, veremos ahora lo importante que resulta incluirlo en nuestra dieta.

Los higos previenen la pérdida de calcio a través de la orina, lo cual ayuda a conservar la densidad ósea; recomendado para aquellas damas que están en la edad de la menopausia.

Gran aportador de potasio, elemento que reduce y nivela la presión arterial, por lo que se recomienda comer esta fruta con regularidad a las personas que padezcan de hipertensión.

Si nuestro problema es la obesidad, mala digestión y estreñimiento, pues a comer higos por la fibra que contienen.

Las hojas tienen también propiedades sumamente importantes, digamos que son insulina natural así que son aliadas contra la diabetes.

Por si fuera poco, las hojas de higo bajan los niveles de triglicéridos, otro pretexto para consumir las hojas y evitar problemas cardíacos y de obesidad.

Las hojas se pueden masticar como alivio contra la molestosa úlcera. El té de las hojas (unas 4 en un litro de agua) es un remedio para la bronquitis y asma.

Como alimento acompaña tanto platos salados como carne asada, como  dulces para realizar diferentes postres como mermeladas.

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