Mérida, Yucatán.- Es muy posible que la vacuna contra el mal de Chagas pueda lograrse en Yucatán, pero la investigación aún está en un primer nivel y no se puede determinar el tiempo para lograrlo, afirmaron expertos internacionales.

Sin embargo, advirtieron de que este mal debe combartirse con una estrategia nacional, pues aunque en Yucatán se están haciendo bien las cosas, en otros estados no es igual, explicaron los investigadores José Antonio de Diego Cabrera y María Elena Villagrán Herrera.

Los doctores en ciencias estuvieron en el Congreso Nacional de Químicos Clínicos y Expoquim que se celebra en Mérida desde el 11 y hasta el 16 de septiembre, en el Centro de Convenciones Siglo XXI.

En entrevista posterior a sus charla, el Dr. Diego Cabrera explicó que uno de los retos fundamentales de Yucatán para disminuir la enfermedad es cambiar la estructura de la vivienda rural, pues todavía tiene condiciones que propician el desarrollo del vector, conocido como chinche besucona.

Dijo que es fundamental trabajar en la educación sanitaria, para que las personas sepan qué pueden hacer para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad. En ese sentido, habló de la necesidad de que los animales (perros, gallinas, puercos) no se mezclen con los seres humanos, ya que los animales son portadores de la chinche.

En Yucatán, según el último reporte epidemológico ya se detectaron 31 casos de Tripanosomiasis Americana (enfermedad de Chagas), lo que ha encendido las alarmas en el Sector Salud, pues en 2016 no había ningún casos reportado.

El experto impartió la conferencia “Situación global de la enfermedad de Chagas a nivel mundial”, y dijo que otro de las aspecto que se tienen que trabajar es en las pruebas de laboratorio para detectar sangre contaminada, pues actualmente se tienen que hacer dos pruebas para considerarla limpia.

En lo particular, en conjunto con la Universidad Autónoma de Querétaro, trabajan desde hace 15 años en una prueba única sobre volúmenes grandes de sangre, pero hasta ahora no se ha aprobado porque aún les faltan algunos proceso. La prueba única abarataría los costos en los laboratorios.

Respecto a la vacuna, reiteró que es posible, pero que el trabajo es mucho más complicado porque se trata de parásitos, que son más grandes, y sus componentes genéticos con diferentes a los de virus o bacterias.

Sin embargo, lamentó que los esfuerzos no se sumen para lograr resultados más pronto: “Lo ideal que se iniciarán esfuerzos para que todos aportarán los resultados de las investigaciones para hacer un programa nacional de erradicación o de control”, expuso.

Al respecto, María Elena Villagrán comentó que ofrecieron a los investigadores del Centro de Investigación “Hideyo Noguchi”, de la Universidad Autónoma de Yucatán, cepas de parásito tomadas de diferentes partes de la república y de otros lugares del mundo como Perú.

“Están trabajando muy bien y esperemos que sí lo logren porque van por buen camino”, dijo la experta.

(EVM)