Mérida, Yucatán.- Un cambio en la forma de construir obras en México o en la formación escolar de los nuevos ingenieros civiles es innecesario, a pesar de la evidencia que dejaron en el país los sismos de septiembre, coincidieron expertos mexicanos.

Evitar lo más posible la caída de los edificios y, en ese sentido, reforzar la seguridad de los mexicanos en los inmuebles, es posible si se cumplen las normas que establecen los reglamentos de construcción y si combate la corrupción.

En esto coinciden los ingenieros Gustavo Ayala Milian, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Mario Salazar Lazcano, de la firma consultora Dirac, quienes estuvieron en Mérida para presentar una ponencia en el marco de la Semana de Ingeniería Civil, por los 80 años de la carrera en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

“(El sismo) es un mensaje general para muchos de nosotros en este país, que debemos recordar que existen normas y debemos hacer todo para cumplirlas. Muchas de las desgracias que nos suceden no son atribuibles al evento como tal, sino a no haber cumplido con las normas”, explica Ayala Milian.

Dijo que si bien los terremotos no son prevenibles, como si lo es un huracán, en ninguno de los dos casos “acabamos de aprender”, y en ese sentido aconsejó reforzar la protección civil en México, para “que no se nos olvide que existen huracanes y sismos”, y que se construya pensando en que “pueden venir”.

Salazar Lazcano defiende que la formación académica de los universitarios está bien, que hay buenas escuelas de ingeniería, pero que se ha perdido la fortaleza institucional porque muchas empresas como Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos o Comisión Nacional del Agua (CNA) tenían cuerpos ingenieros expertos en obras.

“Esos ingenieros se han ido jubilando, y esas plazas no se han recuperado, por lo que la capacidad de analizar y ejecutar se ha debilitado en todo el Gobierno”, explica el director de Dirac.

Sostiene que esas tareas se han dejado ahora en manos de otras personas, con otras profesiones, como abogados y hasta maestros de inglés, y advirtió que las obras de infraestructura e ingeniería requieren de personas que tengan los fundamentos técnicos.

También lamentó que muchas de las obras en México estén en manos de empresas extranjeras cuando la ingeniería mexicana ha demostrado que puede realizarlas; los desastres naturales que han ocurrido son una oportunidad para que la capacidad de los nacionales resurja.

Los expertos también coincidieron en que, si bien construir “antisismo” es más caro, el costo de reconstruir es aún más y si se le suman las pérdidas humanas, que son irrecuperables, no debe verse como un costo sino como una inversión, porque “no hay nada más caro que la inseguridad”, advierte Salazar Lazcano.

En lo que no coincidieron los expertos fue en que la ingeniería mexicana esté bajo presión, tras los sismos: Ayala Milian aseguró que la disciplina lo que requiere es el acompañamiento para verificar que las cosas se hagan como el conocimiento dicta, es decir, en el cumplimiento de las normas.

“Qué más quisiéramos hoy que todo lo que está construido sea seguro, pero es una falacia: no podemos revisar todo lo que está construido”, advirtió el especialista de la UNAM.

Por su parte, Salazar Lazcano aceptó que hay una presión social, pero aclaró que en buena parte se debe a que la política pública requiere planeación para hacer bien las obras, y esto requiere tiempo, pero el Gobierno no lo está haciendo.

(Foto tomada de internet)

(EVM)