Mérida, Yucatán.- El Gobierno Federal carece de una Política de Estado que permita reducir y abatir los índices de criminalidad en el país, afirmó el criminalista Antonio Duvalier Haro, quien ante la comunidad de la Facultad de Derecho de la UADY advirtió que son crecientes los casos de feminicidio y cada vez más grave de violencia.

Al participar como invitado especial en la Semana Jurídica y Cultural de esa escuela, expuso que dicha política de estado requiere ser implementada desde los niveles de educación formal, que incluya la primaria secundaria y educación media, en la que también los profesores reciban la formación y capacitación necesaria para prevenir la violencia.

Luego de exponer la gravedad de diversos casos de conductas agresivas, el ponente con maestría en criminología del Instituto Nacional de Ciencias Penales planteó que es necesario fomentar en las esferas de la educación y en la familia, así como en las parejas, los principios de equidad, igualdad de oportunidades y respeto.

Luego de mencionar que los crímenes pasionales son los más sangrientos, el egresado en Medicina de la UNAM, con sendas maestrías en Victimología y Ciencias Forenses, aludió al tema del feminicidio, problema que está lejos de resolverse, debido a que no se han implementado estrategias de prevención.

Explicó que en la violencia sexual, la conducta de los victimarios varones está asociada a la incapacidad de llevar al cabo un proceso de cortejo y seducción, lo que que conduce a la frustración con un sustento patológico asociado a conductas de agresión sexual y pedofilia.

En otras formas de violencia el investigador citó la llamada retardada o diferida en la que la víctima cansada del maltrato y las humillaciones se vuelve victimaria y con un arma blanca o garrote asesina a su pareja o cónyuge, que es una forma dolosa de ejecución de la violencia y que también es frecuente.

Refirió que desde la infancia se asocia la masculinidad con la agresividad y la feminidad con la pasividad, de tal forma que a los niños y niñas les hacen asumir roles que tienden a facilitar en la etapa adulta la posterior agresión al género femenino.

También abordó el tema de las drogas y el alcoholismo como expresión del síndrome de abstinencia, que deriva también en formas extremas de violencia, la cual, rechazó, sea innata, sino que es condicionada en las primeras etapas de la vida.

“Una cosa es la ira y otra la agresión y la violencia, la primera es una reacción emocional asociada a la frustración; la segunda no necesariamente es violencia incluso se expresa en sí mismo y puede tener otros cauces de expresión como en el deporte. Aquí, lo importante, es saber sobreponerse a la ira y a la violencia”, agregó.

Del caso de Ayotzinapa, en el que los homicidas intentaron borrar todo vestigio, indicó que constituye una forma de violencia de alta peligrosidad, similar a la que ejerce el crimen organizado, que incurre, añadió, a formas de violencia absurda como son la aplicación de torturas físicas, psicológicas y sexuales.

Ponderó que el Sistema de Justicia Oral está en su etapa inicial pero es necesario complementarlo con una Política Criminal de Estado para cumplir con los fines de la justicia.

Duvalier Haro participó en el encuentro denominado “El Derecho mexicano en su dimensión jurídica y cultural”, organizado por la Facultad de Derecho, cuyo director Carlos Alberto Macedonio entregó al ponente un reconocimiento por su participación.

IMG_20171027_114952279(Jesús Mejía)