Mérida, Yucatán.- El corazón de Mérida y sus principales arterias o avenidas son potencialmente una “fuente” de enfermedades respiratorias, pero también de cáncer para los habitantes: las concentraciones de metales pesados rebasan normas internacionales.

Una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que compara los niveles de metales “venenosos” en el polvo urbano, revela que plomo, zinc y cobre “vuelvan” a causa del viento y entran al cuerpo a través de las vías respiratorias.

“Son partículas muy pequeñitas, de 10, 5, 2 micras, que son fácilmente inhalables por por las personas”, explica Yameli Aguilar Duarte, de Instituto Nacional de Investigación Forestales Agrícolas y Pecuarias (Inifap), responsable del estudio en Mérida,

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Resultados preliminares de la investigación se presentaron este miércoles en la ponencia “Contaminantes en los centros históricos de México, Guadalajara, Mérida, Morelia y San Luis Potosí”, en el marco de un seminario, en la capital yucateca.

La exposición corrió a cargo de María del Carmen Delgado Carranza, de la UNAM, pero el estudio en Mérida lo realizó Yameli Aguilar. En entrevista, la investigadora del Inifap explicó que, entre 2016 y 2017, se tomaron muestras de polvo en 100 diferentes puntos de Mérida.

Además, se enlistaron las actividades humanas más comunes en torno a los lugares de recolección de muestras, que incluían el Centro Histórico.

Aunque las muestras se tomaron en el polvo “asentado” en el suelo, la investigadora aclaró que los vientos levantan esa materia, lo que hace que los habitantes las respiremos, con consecuencias inmediatas, pero también remotas, para la salud.

En las avenidas de Mérida, la contaminación por metales pesados es alta. (Foto: Eduardo Vargas/LECTORMX.com)

En ese sentido, dijo que las enfermedades respiratorias y el asma puede ser las consecuencias menos graves; sin embargo, los metales pesados son considerados cancerígenos, o sea, pueden causar tumores.

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Según las científicas, estas altas concentraciones de plomo, zinc y cobre, que no rebasan las normas ambientales mexicanas, pero sí las canadienses, provienen principalmente de vehículos automotores, que son la “actividad” común en los sitios de muestreo: Centro Histórico y avenidas principales.

Respecto a las posibles soluciones, las investigadoras coincidieron en que es necesaria un cambio para eficientar en transporte colectivo (camiones urbanos) y más áreas verdes en contraposición con las placas de cemento.

Según Yameli Aguilar, hay estudios que comprueban que los árboles pueden “amortiguar” el impacto de estos metales pesados que “vuelan” por el aire y “se meten” al organismo por medio de las vías respiratorias.

Copian sistema de Cdmx para sembrar árboles en banquetas del Centro de Mérida (video)

Este es el segundo estudio que revela que los niveles de contaminantes rebasan las normas permitidas; la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) tiene un estudio de partículas suspendidas en el aire que también rebasan los niveles tolerables.

Si quieres conocer más detalles del estudio de la Facultad de Química sobre la mala calidad del aire en la Ciudad de Mérida, haz clic aquí para ver texto y video.

En las otras ponencias del primer día de trabajo -el seminario “Centros Históricos sostenibles. Movilidad y transporte, espacios públicos y comercio”, concluye el viernes 22- participaron:

  • Silvana Forti Sosa, del Laboratorio Urbano del Mayab, de la Universidad Modelo, con el tema: “Movilidad urbana en el centro de Mérida: procurando la dinámica virtuosa desde una perspectiva sistémica”.
  • Josep Legorred Perramon y Blanca Esther Paredes Guerrero, de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), con el tema “Conservación del patrimonio histórico y movilidad: peatonalización en la Zona de Monumentos Históricos de Mérida”.
  • Eduardo Monsreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, con la ponencia: “La peatonalización del Centro Histórico de Mérida ¿una idea sostenible o una utopía?”.
  • Eva Leticia Ortiz, de la UNAM, con el tema “Nomenclatura en Centros Históricos, invitación abierta para recorrerlos”.
  • Javier Delgado, de la UNAM, con la con la conferencia “Centralidad, movilidad y complejidad”.

    El humo de los vehículos es la principal fuente de contaminación por metales pesados, en el Centro Histórico de Mérida.