Desde hace unos años, la pedicura con peces se volvió muy famosa a nivel mundial debido a que no dolía y los pies quedaban suavecitos.

El pez ‘doctor’ mejor conocido como ‘garra rufa’ está encargado de quitar los tejidos muertos de los pies (callos) permitiendo que ésta se regenere y luzcan muchos más bellos y saludables.

Sin embargo, por mucho que te llame la atención probar nuevos tratamientos, antes debes de informarte sobre las ventajas y los riesgos.

Según la Agencia de Protección Sanitaria en Gran Bretaña, este tratamiento puede ser el medio perfecto para contagiarte de VIH o hepatisis C, aunque el riesgo es el mínimo, las personas con sistema inmunológico débil no deberían practicarlo. El problema no son los peces sino que mucha gente pasa por el mismo tanque de agua.

Recientemente se dio a conocer el caso de una mujer que aunque no se contagió de VIH si perdió todas las uñas de los pies después del tratamiento.

De acuerdo con información de la revista médica JAMA Dermatology, la afectada se dio cuenta que sus uñas dejaron de crecer y comenzaron a caerse.

Luego de una revisión fue diagnosticada con onicomadesis pero la doctora no encontró ninguna relación con las causas que frecuentemente lo provocan.

De esta forma se llegó a la conclusión de que el motivo más probable que ocasionó este problema era la pedicura con peces, siendo el primer caso de onicomadesis relacionado con este tratamiento.

Si bien el mecanismo de acción no está del todo claro, es probable que el pez traumatice la matriz ungueal. Además de onicomadesis, también hay infecciones graves asociadas con pedicuras de peces”, explicó Sheri Lipner, autora del informe y médico tratante de la joven, en declaraciones a Gizmodo.

(vanguardia.com.mx)