Por Jesús Mejía

Mérida, Yucatán.- Pese a las advertencias de sobreexplotación, la captura furtiva o prohibida y las variaciones en la existencia del recurso, unos 15 mil pescadores iniciaron hoy la temporada de pulpo maya, la más importante para ese sector en el año.

José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas del Centro Poniente de Yucatán, informó que esperan volúmenes similares al del ciclo pasado de cuatro mil 300 toneladas, lo que permitiría una derrama de tres mil 380 millones de pesos.

Reconoció que esta temporada se presenta con favorables expectativas, ya que el kilogramo del producto alcanza un valor de entre 130 y 140 pesos en el mercado, con posibilidades de abastecer en un 60 por ciento el ámbito nacional y el resto al extranjero.

El representante admitió, sin embargo, que podría haber variación a la baja en la captura del octópodo por la falta de conciencia de pescadores que incurrieron en la pesca ilegal de la especie en perjuicio de las tallas y de su población.

Para lograr el equilibrio en la existencia del recurso ac­tual­mente se dispone de un periodo de veda (del 15 de diciembre al 1 de agosto), que impide la ex­trac­ción de pulpos en la zona con el fin de proteger a las hem­bras en los meses en que se presentan los picos de desove.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), desde 2009 a la fecha se han obtenido capturas en la Península de entre 15 mil y 25 mil toneladas al año, y es Yucatán el principal detentor del recurso en casi un 58 por ciento, seguido por Campeche con un cerca de un 39 por ciento y Quintana Roo y Veracruz con mínimas del tres por ciento.

Los investigadores Óscar Eduardo Juárez Valdez, Carlos Rosas y Leticia Arena, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, expusieron los riesgos de agotamiento del recurso por diversos factores que inciden en la explotación intensiva, ya que se captura cada vez más de la especie O. vulgaris que el pulpo maya.

“La permanente explotación pes­que­ra, el desconocimiento de los sitios de reproducción, y el no conocer cómo es el flu­jo ge­nético entre poblaciones ha llevado a que en la actualidad existan formas de ma­nejo incompletas que, lejos de ayu­dar al mantenimiento de las pobla­ciones han coadyuvado a la so­breexplotación”, advirtieron.

“En los últimos años se ha observado un aumento en la proporción de O. vulgaris en el total de las capturas de pulpo en Yucatán, lo que hace pensar que al reducirse la población de O. maya, la población del primero se ha visto favorecida”, indicaron en su estudio “La historia del pulpo maya leída en su ADN”.

Plantearon varios factores que en conjunto indicen en la re­duc­ción de las poblaciones de O. maya en la zona, entre los que se hallan la pesca ilegal que se lleva a cabo en la épo­ca de veda o mediante el bu­ceo, y el endemismo de esta especie, condición que podría hacerla más vulnerable a los cambios ambientales y las presiones pesqueras.