Mérida, Yucatán.- Habitantes de la comisaría meridana de Tixcacal se plantaron en la entrada principal y bloquearon la carretera, en protesta por la falta de transporte urbano.

Desde las 5:00 horas (5 de la mañana) de este sábado 6 de octubre, unos 50 habitantes, entre hombres, mujeres y niños, colocaron piedras sobre uno de los carriles y con una cuerda a media altura controlan el acceso por el carril libre.

Sólo pueden transitar vehículos particulares; las “combis” del transporte urbano, operadas por el Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) tienen prohibido el paso.

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Los habitantes de Tixcacal acusan al FUTV de boicotear el servicio que desde el lunes 1 de octubre comenzaron a prestar camiones urbanos, en atención a una mayor demanda por el aumento de la población.

De acuerdo con testimonios de pobladores, en los últimos meses aumentó la demanda de transporte público debido a que se abrieron las unidades habitacionales “Faisanes” y “Solana”, cerca de la comisaría.

Además, la ruta del Frente (Mérida-Oxcum) es sólo “de paso” en Tixcacal, por lo que los usuarios, hasta antes del lunes 1 de octubre, tenían que esperar largos periodos no sólo por la frecuencia (cada media hora) de las corridas sino porque las camionetas pasaban llenas.

Para resolver el problema, los habitantes solicitaron al Gobierno más transporte, y el 1 de octubre comenzó a llegar una ruta directa Mérida-Tixcacal. Sin embargo, los choferes del FUTV comenzaron a amedrentar a los conductores de los autobuses.

El concesionario de los autobuses urbanos decidió cancelar el servicio para garantizar la seguridad de los usuarios, pues los del FUTV les cerraban el paso a los camioneros.

Molestos por la actitud de los choferes del Frente, los habitantes se plantaron desde temprana hora en la entrada del poblado para impedir el paso de las camionetas, como una forma de presionar a la Comisión del Transporte para que garantice la llegada, nuevamente, de los camiones.

Aunque la protesta se planteó pacíficamente, un chofer del FUTV que insitió en pasar fue obligado a bajar de la camioneta, que le fue “decomisada” por los inconformes.

En medio de la inconformidad, algunos pobladores comenzaron a incitar a los manifestantes a quemar la unidad del FUTV, aunque finalmente la exasperación bajó y sólo retuvieron el vehículo.

Los pobladores advirtieron de que no abrirán el paso hasta que se les garantice el servicio de transporte público.

No es la primera vez que la organización de taxistas arremete contra otras empresas de transporte; lo hizo cuando la empresa Autobuses de Oriente (ADO) obtuvo permiso para operar en el aeropuerto de Mérida, y cuando Uber entró a la capital.