Mérida, Yucatán.- Una ola de migrantes -con la fuerza de un tsunami- logró entrar ilegalmente por la fuerza: en medio de gritos de júbilo pero también de desesperación, unos 3,000 hondureños derribaron una reja que les cerraba el paso desde su país para cruzar el puente del río Suchiate, hacia México.

Aunque, tras el zafarrancho tanto del lado hondureño como del lado de México, varias decenas lograron entrar, la mayoría fue retenida en la garita.

La llamada Caravana Migrante, que salió desde la ciudad hondureña de San Pedro Sula, una de las más inseguras del país, desde el sábado pasado, busca atravesar México hasta la frontera con Estados Unidos, en busca del llamado “sueño americano”.

Tras recorrer unos 1,100 kilómetros, la caravana llegó poco después del mediodía al punto de cruce fronterizo, en la ciudad de Tecún Umán, Guatemala; en pocos minutos, los migrantes derribaron la reja, a la vista de la policía, que muy poco pudo hacer para frenar la ola.

De inmediato, la ola de gente inundó el puente Rodolfo Montes, que cruza sobre el río Suchiate, para llegar hasta la garita, del lado mexicano, en Ciudad Hidalgo. Ahí, aunque demoraron más, lograron también abrir la reja mucho más fuerte que la del lado guatemalteco.

Sin embargo, ya los esperaban 400 policías federales mexicanos (en un primer retén), que lograron frenarlos; las autoridades mexicanas dispusieron un operativo para permitir el ingreso de los migrantes, pero no sin trámites, lo que enardeció a la multitud, pero la contuvo.

Las autoridades dispusieron de 9 albergues para resguardar a las personas que corren mayor riesgo: mujeres y niños, y poco después de las 14:00 horas (2 de la tarde) 2 autobuses -con cupo para 45 personas- trasladaron a los primeros migrantes.

De acuerdo con la más reciente información vertida en la cadena Univisión, las autoridades están permitiendo el ingreso de los migrantes; sin embargo, les exigen realizar el trámite que la ley establece, lo que dura entre 15 y 40 minutos.

Sin embargo, pasar este requisito no es garantía de que entrarán al país, porque la decisión depende del entrevistar de la oficina mexicana.

Aunque según las últimas imágenes el ambiente es menos tenso, el peligro de que la situación se salga de control permanece, pues aunque unos 800 migrantes decidieron volver a Tecún Umán, en espera de una respuesta más favorable del Gobierno mexicano, el resto permanece entre Guatemala y Chiapas.

Desde que se anunció este éxodo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a México si permitía el cruce de los guatemaltecos; entre otras de las medidas extremas, anunció la posibilidad de militarizar la frontera con nuestro país, para frenar la llegada de los centroamericanos.

 

(Las imágenes fueron tomadas de Costa Visión y Meridiano Diario)