Un nuevo estudio publicado en la revista Nature revela algunas complejidades misteriosas sobre el ciclo del agua de nuestro planeta, en particular, la cantidad de agua del océano que queda atrapada en el interior de la tierra a través de la tectónica de placas.
Según el estudio, la cantidad es unas tres veces más de lo que pensábamos.
¿A dónde va el agua?
El manto de la tierra consiste en un rompecabezas de placas tectónicas entrelazadas. Cuando esas placas chocan y una se desliza debajo de la otra, el agua se introduce en la zona de subducción. A través de una combinación de calor y presión, el agua se transforma en un mineral hidratado que se bloquea dentro de la placa y se adentra en la corteza terrestre.
Hasta ahora, se ha podido comprobar que estas «rocas húmedas» que guardan en su interior átomos de hidrógeno que podrían convertirse en agua a las temperaturas y presiones adecuadas se encuentran entre 4,8 y 6,4 kilómetros de profundidad, pero el estudio ha encontrado evidencias de que estas piedras llegarían a sustratos de casi 32 kilómetros.
Douglas Wiens, profesor de Tierra y Ciencias Planetarias en la Universidad de Washington en St. Louis, quería averiguar cuánta agua se absorbe de esta manera. Empezó analizando la Fosa de las Marianas, la formación natural más profunda del planeta, descubriendo que el manto contiene cuatro veces más agua de lo que se pensaba anteriormente.
Es decir, que bajo tierra habría tanta agua como todos los océanos de la Tierra combinados.
Se cree que la mayor parte del agua consumida en las zonas de subducción se expulsa como vapor de agua durante las erupciones volcánicas y otros eventos.
Sin embargo, estas estimaciones recientes del estudio de la Universidad de Washington revelan un gran desequilibrio en la ingesta y el flujo de salida. Es decir, que teóricamente la Tierra se estaría tragando el agua. No obstante, durante los últimos 550 millones de años, los océanos no han cambiado significativamente sus niveles.
Estamos, pues, ante un misterio para lo que se requiere más investigación a fin de comprender cómo funciona con más exactitud el ciclo del agua de la Tierra.
(Xatakaciencia.com)