Mérida, Yucatán.- Expertos en geotecnía y usos de suelo descartaron la viabilidad de una red de drenaje en la ciudad de Mérida para el manejo de aguas residuales y propusieron, a cambio, multiplicar los sitios de absorción y filtración de aguas pluviales y la intensificación del uso de biodigestores.

“No podemos aplicar a la capital de Yucatán los mismos criterios de sustitución de los ríos por tuberías de drenaje como se ha hecho en la Ciudad de México y en otras metrópolis del país”, recalcaron los expertos Rogelio Pérez Monsreal y Zenón Medina Domínguez.

Los drenajes de grandes dimensiones, advirtieron, se instalaron en sitios donde eran ríos y son fuentes de generación de fauna nociva, ya que en esos sitios se reproducen ratas, cucarachas y representan riesgos de infecciones.

Comentaron que el periférico de Mérida, de unos 50 kilómetros alrededor de la principal mancha urbana, constituye un ejemplo de aprovechamiento de agua de lluvia, ya que entre los carriles de circulación persisten en hundimientos de tierra, hondonadas que permiten captar el agua de lluvias.

Expusieron que este mismo tipo sistema convendría aplicar en los camellones de las avenidas de Mérida, los cuales hoy ocupan una porción superior a las vialidades e impide la filtración natural de las precipitaciones pluviales.

Los expertos explicaron que los mantos acuíferos tienen como principal recarga el agua de las lluvias, la cual llega con cierta calidad gracias a la permeabilización de los suelos. Eso es lo que hay que privilegiar en las políticas públicas, indicaron.

Mencionaron, sin embargo, que en la actualidad los mantos freáticos tanto de Mérida como en general de todo Yucatán se encuentran en peligro ante la filtración de residuales y desechos domiciliarios altamente contaminantes, además de que el agua de las lluvias va al subsuelo con residuos de excretas, aceites y restos de animales muertos.

Dichas aguas residuales llegan al mar, de ahí que las zonas costeras son cada vez precarias en cuanto a la ausencia de peces y organismos vivos en tanto que la salinidad ya afecta a los ríos subterráneos.

Ante ello, plantearon la necesidad de modificar las políticas públicas en el manejo de aguas residuales y pluviales con la instalación de sitios de absorción con filtros adecuados que impidan los elementos contaminantes.

Para ello, expuso otro especialista, Antonio Peniche Gallareta, se requiere revisar y actualizar la legislación en la materia en los órdenes federal, estatal y municipal a partir del principio de que el agua es un bien nacional y puedan los estados y los ayuntamientos aplicar adecuadas políticas de manejo del vital líquido.

Pérez Monsreal manifestó la pertinencia de multiplicar el uso de biodigestores domiciliarios a cambio de las fosas sépticas o sumideros, realizar limpieza de los mismos, y establecer un control más estricto de las plantas de tratamiento de aguas negras de los fraccionamientos y así reducir la contaminación de los ríos subterráneos.

Pérez Monsreal fue funcionario de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado como superintendente de plantas, gerente de producción y distribución, gracias a su preparación como ingeniero industrial con maestría en ingeniería ambiental.

Zenón Medina Domínguez, egresado de la Facultad de Ingeniería Civil de la UADY, es un experto en geotecnia y geología, así como en el diseño de cimentaciones, proyectos de vías terrestres y en laboratorio de suelos concretos y asfaltos. Fungió como director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del municipio de Mérida de 1985 a 1987.

Ambos sustentarán el próximo día 26 de febrero a las 18:00 horas la conferencia “La geología del subsuelo y los riesgos en el manto acuífero de la Península de Yucatán” en el auditorio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán, con apoyo de la asociación “Corresponsabilidad y Promoción Social que encabeza Antonio Peniche Gallareta.

(Jesús Mejía)