Mérida, Yucatán.- La impunidad es el incentivo absoluto de los feminicidios en el país, toda vez que de cada 100 casos sólo un 1.5 por ciento se resuelve con detención y sentencia al agresor sin que el Gobierno Federal actual tenga una respuesta clara y muestre voluntad política para atender esta grave situación.

La periodista Frida Guerrera planteó lo anterior antes de presentar en espacios de la Universidad Autónoma de Yucatán su libro “Ni una más” (Editorial Aguilar).

En su exposición, abordó la escalada de casos de feminicidios que en el presente año alcanzó la cifra de 600 más los homicidios de mujeres, por lo que suman más de 800 las víctimas.

En entrevista, mencionó que la normalización de la violencia hacia las mujeres comenzó desde hace 20 años con los múltiples homicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en la actualidad, agregó, ya se le ve como como una norma, como algo común sin que exista una estrategia de Estado para detener esto.

Indicó que además de la impunidad es recurrente la omisión de las autoridades encargadas de procurar justicia, ya que son frecuentes las dificultades para abrir las carpetas de investigación, liberar las órdenes de aprehensión, detener y sentenciar a los responsables.

En su libro, documentó que en el país en 2016 hubo un mil 559 mujeres destazadas, calcinadas, violadas, asesinadas a balazos, abandonadas en canales, ríos, terrenos, carreteras… desaparecidas, despojadas, denigradas, olvidadas, descalificadas, la mayoría, 238 en el Estado de México. (Yucatán, 9; Campeche, 2 y Quintana Roo, 33).

Por ello, la impunidad y la corrupción prevalecen en los feminicidios, en los que debe haber una respuesta clara en el Poder Judicial, en todos los niveles, pero no la hay, puntualizó la autora del libro, antes de participar en la XVIII Semana Cultural de la Diversidad Sexual que se realiza en la rectoría de la UADY.

Reveló que de manera reciente fue requerido sobre el tema el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, quien lejos de reconocer los feminicidios ocurridos en este año, respondió que va a estar pendiente del homicidio de mujeres.

“Esa expresión nos avienta para atrás, ya que se debe llamar las cosas por su nombre: feminicidios”, declaró.

Reprochó que los responsables de la procuración y administración de justicia continúan en la postura de minimizar los feminicidios, por lo que la respuesta, apuntó, está en la organización de la sociedad, en la movilización y en la responsabilidad que todos tenemos que asumir.

La especialista explicó que en las actividades cotidianas cualquier ciudadano puede advertir que una vecina, una compañera de trabajo o de clases está en situación de riesgo, por lo que podemos asistir y ayudar a prevenir la violencia.

Opinó que es importante que el Poder Legislativo de Yucatán pueda reformar la Ley Penal para tipificar la tentativa de feminicidio como delito grave, toda vez que muchas veces llegan mujeres a los juzgados con lesiones, moretones y otras huellas de violencia que pusieron en riesgo su vida, lo que requiere de un castigo ejemplar.

Destacó que a diferencia de la mayoría de los estados, en Yucatán, Durango y en Aguascalientes existen más detenidos por casos de violencia contra las mujeres, y estimó que de tipificarse la tentativa, el agresor pensará dos veces antes de actuar; de ahí que los congresos locales deben legislar al respecto pronto.

“En la lucha contra el feminicidio no es la guerra de las mujeres contra los hombres. Es una guerra para vencer la impunidad, la desigualdad, la injusticia, la insensibilidad, la prepotencia, la indiferencia de quienes tienen la obligación de proteger, ayudar, proporcionar herramientas de prevención y apoyo a la sociedad”, anotó.

“Si las autoridades implementaran —sin corrupción— las medidas correctas para dar un acceso real a la justicia, las cosas en este país mejorarían”, auguró.

(Jesús Mejía)