Mérida, Yucatán.- La pérdida de miles de empleos y la amenaza de aguda crisis económica debido a la pandemia sanitaria fueron los principales argumentos de colabores del gobernador Mauricio Vila Dosal en defensa de la solicitud de financiamiento hasta por mil 728 millones de pesos para la inversión en obra pública productiva.
En videoconferencia de la Comisión Permanente de Presupuesto, Patrimonio Estatal y Municipal de la Legislatura local, los funcionarios justificaron la necesidad de una acción “extraordinaria e inmediata” antes de que la situación sea más profunda y ocasione un problema social irreparable que ponga en riesgo la seguridad del estado y el bienestar de la población.
Los titulares de las secretarías general de Gobierno (SGG), María Fritz Sierra; de Administración y Finanzas (SAF), Olga Rosas Moya; de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet), Ernesto Herrera Novelo y de Obras Públicas (SOP), Virgilio Crespo Méndez, así como el secretario técnico de Planeación y Evaluación, Rafael Hernández Kotasek, expusieron los sustentos de la propuesta oficial.
En reunión virtual de casi tres horas, los cinco respondieron 42 preguntas e inquietudes que los diputados del Congreso de Yucatán enviaron al Poder Ejecutivo sobre la iniciativa en cuestión.
Por momentos, la tensión y la rispidez dominaron entre miembros de las bancadas.
“Los sucesos económicos vigentes nos han hecho enfrentar situaciones extraordinarias, lo que motivó a la reorientación del gasto público originalmente previsto para inversión pública para poder atender el incremento en el gasto de operación de servicios de salud, de seguridad y protección civil”, alegó Fritz Sierra.
Y subrayó que en la elaboración del Plan de Reactivación Económica de Yucatán se contó con el consenso de los sectores empresarial, obrero, social, alcaldes, legisladores y de otras fuerzas políticas.
En el escenario nacional, según proyecciones del Banco de México (Banxico) y de instituciones privadas especializadas en finanzas, se estima una caída del Producto Interno Bruto (PIB) en promedio del 7.4 por ciento y el segundo trimestre de 2020 tendrá el mayor impacto con un -14.11 por ciento.
A ello, el titular de la Sefoet, Ernesto Herrera Novelo, explicó que para Yucatán se espera un desplome en el PIB entre el 7 y el 13 por ciento, lo que significará la pérdida de hasta 80 mil fuentes de trabajo formales, en particular en manufactura, comercio y construcción.
“Cada caída del 1 por ciento representa dos mil 600 millones de pesos, es decir, estaríamos hablando de pérdidas de hasta por 33 mil 800 millones de pesos, cifra muy cercana al presupuesto estatal anual”, ilustró.
Con la experiencia de 2008 y 2009 a casusa de la Influenza AH1N1, señaló que se llevaría tres años en regresar a “números negros”.
Rosas Moya precisó que los impactos económicos del coronavirus se reflejarán hasta el segundo trimestre del año y los recursos disponibles no serán suficientes para atender los efectos de la contingencia.
Y recordó que, hasta el momento, el gobierno federal no ha enviado recursos extraordinarios para enfrentar la situación.
En cuanto al proceso de licitación del crédito en discusión, calculó que tardaría de 3 a 4 meses, y para su disposición puede demorarse varios meses más.
El coordinador de la fracción del PRI, Felipe Cervera Hernández, pidió que la información respectiva sea certera “y no sea un catálogo de buenas intenciones”.
(LectorMx)