Por Jesús Mejía
Mérida, Yucatán.- A 15 días de que culminó la campaña emergente de descacharrización para combatir al mosco que transmite enfermedades, persisten montones de desechos en más de una docena de cruces de calles del centro histórico de la capital yucateca.
Pese al propósito oficial de eliminar los reservorios de mosquitos que aumentaron con la tormenta tropical “Cristóbal” –a principios de junio–, cúmulos de objetos están a la vista como focos de reproducción del Aedes Aegypti, vector del dengue, zika y chikungunya.
En varios casos la propia gente ha distorsionado el objetivo de las campañas convirtiendo la vía pública en depósitos de muebles inservibles, colchones, llantas, retazos de madera, ramas, inodoros rotos, trozos metálicos, ramas, bolsas de plástico y basura en general.
En muchos de esos puntos, los habitantes sacaron sus “cacharros” a destiempo, pero en otros, en efecto, la recoja ha demorado más de lo debido.
La desesperación vecinal es evidente, por ejemplo, en la esquina de las calles 74A por 55, donde un consultorio médico de especialidades y una casa en contra esquina colocaron mantas y letreros de prohibición.
No obstante, los “ciudadanos” ignoraron el mensaje.
En al menos 15 esquinas la deplorable escena se repite: 76 por 45, 76 por 43, 76 por 41, 78 por 41, 80 por 41, 82 por 41, 39 por 80, 84 por 59A, 43 por 74A, 74A por 47, 76 por 49, 74A por 57, 57 por 76, 57 por 46, 80 por 49 y 74 por 45, todas ellas ubicadas en la zona centro poniente conocida como colonia Petronila.
La lista se extiende a otros sectores de la ciudad, como las calles 10 por 25 y 12 por 25B de la colonia Lázaro Cárdenas; las intersecciones 57 por 26, 57 por 28, 57 por 32 de la colonia Chuminópolis.
Los desechos permanecen a la intemperie y con las lluvias representan potenciales reservorios de moscos, moscas y otros insectos nocivos.
Los organizadores del operativo emergente de descacharrización informaron haber recolectado 736 toneladas en 429 viajes.
Sin embargo, al parecer “olvidaron” esas direcciones y quizá otras más.
La señora Elena Cobá, que vive cerca del cruzamiento de las calles 74A por 55, dijo que ya han reportado en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento de Mérida, mediante Ayuntatel, sin tener respuesta.
Comentó que de nada poco sirven las campañas de fumigación y descacharrización con estos montones de basura que más que solución representan el agravamiento del problema.
(LectorMx)