MÉRIDA, Yuc.- Este año no puede tener un cierre común porque no ha sido un año común: la alineación entre los gigantes del sistema solar será prácticamante un eclipse: la cercanía que  desde la perspectiva terrestre tendrán Júpiter y Saturno no sólo es inusual sino única.

Porque, además de la “cercanía” que fundirá a ambos planetas como si se dieran abrazo navideño, el encuentro ocurrirá en la noche más larga del año: en el solsticio de invierno, el 21 de diciembre.

Sin duda, demasiadas emociones para una noche que será astronómicamente inolvidable, pues seremos testigos de un fenómeno que, puede decirse, no está en ninguna parte de la historia y tampoco lo verán miles de generaciones venideras; en pocas palabras, nadie que esté vivo hoy volverá a ver tan “pegados” a estos planetas.

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Pero, antes de hacer cuentas de la mano del astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa, para explicar por qué seremos testigos de una fusión de astros nunca antes vista, empecemos por aclarar que la alineación del Dios del Tiempo y el Dios de Dioses es más frecuente de lo que se ha dicho. Ocurre aproximadamente cada 20 años. Por cierto, Saturno, en la mitología, es padre de Júpiter.

Sin embargo, lo que es raro es lo cerca que aparecen, desde ahora, ambos planetas en la bóveda celeste; recordemos que los fenómenos astronómicos son graduales y, aunque ya se les ve salir juntos en estas noches de decembrinas, la distancia se irá a acortando hasta alcanzar los 0.06 grados, prácticamente un palmo de terreno es términos astronómicos.

Saturno, El Señor de los Anillos, protagonista del encuentro estelar. (Fotos: NASA)

Lo común, explica Salazar Gamboa, es que. en una alineación, la “cercanía” sea de entre 2 y 3 grados, por lo que el 0.06 raya en lo inverosímil… pero es real.

Este “abrazo” de gigantes (son los planetas más grandes del Sistema Solar) ocurrirá, según los cálculos del también catedrático del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), el 21 de diciembre, exactamente a las 8 am, tiempo de Yucatán.  Aunque a esa hora el fenómeno no será visible en la entidad, pero recuerda que esa misma noche lo tendrás aún en su esplendor. Por cierto, apúntalo también e la agenda: esa será la noche más larga y, por tanto, el día más corto del año.

De hecho, la recomendación es no dejar la observación para una sola noche, pues el clima puede jugarnos una mala pasada, así que es mejor que te alistes a verlo desde ahora y durante varias noches si es posible. 

El fenómeno ocurrirá apenas unos minutos después de que el sol se ponga; el Astro Rey se despedirá entre 17:15 y 17:20 horas (5:15 y 5:20 de la tarde) y unos 10 minutos después, por el suroeste, saldrá una pequeña “bola” de fuego: Júpiter y Saturno, al unísono.

En el “encuentro”, en el que visualmente Júpiter engullirá a Saturno, los planetas sumarán su luminosidad para un “total” de -2.40. Como hemos dicho, mientras menor es el valor es más intenso su brillo.  Para tener una comparación, recordemos cuáles son los más brillantes del firmamento:

AstroLuminosidad
Sol-26.5
Luna (llena)-12.5
Venus-4.4

Ahora bien, por qué este fenómeno no volverá a verlo nadie que esté vivo… precisamente porque la cercanía con la que “aparecerán” el gigante de gas y el Señor de los Anillos no se verá sino hasta dentro de 850 años, o sea, en el 2840. ¿Y por qué antes nadie puede dar testimonio de él? Porque ocurrió ocurrió en el 1226.

¿Estás listo para verlo?