Mérida, Yucatán.- Investigadores advirtieron de la escasez de especialistas en lengua maya y en traducción de jeroglíficos prehispánicos, ya que existe un océano de información, conocimientos e historia por descubrir de la gran civilización prehispánica del sureste de México.

Fidencio Briceño Chel, reconocido especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) planteó la necesidad de promover de manera institucional entre los jóvenes su incorporación a los campos de interpretación, conocimiento y traducción de las lenguas antiguas y maternas.

Informó que un grupo de Valladolid se prepara en esos estudios; sin embargo, dijo en entrevista, hacen falta esfuerzos para motivar a que más investigadores trabajen en la traducción de los jeroglíficos mayas en taludes, estelas, monolitos y otro tipo de relieves pendientes de descifrar.

Guillermo Kantún Rivera, egresado de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), expuso que el sistema de escritura se desarrolló durante el preclásico tardío de 250 a 900 d.C. en el área sur de la región maya, que incluye Petén, Tikal, Bonampak, Toniná, Palenque, Yaxchilán y Calakmul,

Explicó que hay muchos idiomas mayas, pero el principal registrado en las transcripciones jeroglíficas fueron en su mayoría de los cholanos, aunque también hubo familias lingüísticas yucatecano y tzeltalano, entre otras, de tal manera que podía ser entendida tanto en una ciudad como en otra.

Citó que el Auto de Fe de Maní que emitió el 12 de julio de 1562 fray Diego de Landa implicó un momento de inflexión para la historia de la civilización maya y en particular para el sistema de escritura, ya que representó la incineración y destrucción de códices, vasijas, esculturas e imágenes de culto entre los antiguos.

El experto del Centro de Estudios Mayas Yuri Knorosov ponderó que en el libro manuscrito La Relación de las Cosas (1566), el obispo español Diego de Landa aportó algunas pistas para la traducción de los jeroglíficos en su descripción sobre el calendario de los antiguos mayas.

El curador de la exposición “La palabra visible, escritura jeroglífica maya” –montada en el Museo Palacio Cantón de Mérida–, indicó que en esa muestra existen abundantes testimonios en piedra y glifos, en vasijas, huesos tallados, códices y otros objetos.

De acuerdo con el método desarrollado por Yuri Knorosov, los mayas empleaban en su escritura dos tipos de figuras, los signos silabogramas y los logogramas.

El primero implicaba la utilización de vocales y el segundo con palabras completas o raíces léxicas, por ejemplo: el logograma pakal (escudo) acompañado de un signo silábico para reforzar el sonido.

Para el arqueólogo José Huchim Herrera, director de la zona arqueológica de Uxmal, el reto de traducir jeroglíficos es tan enorme como la gran cantidad de sitios a descubrir, explorar y rescatar en toda el área maya.

Evaluó que sólo han pasado cinco generaciones de arqueólogos que han trabajado en la investigación, conocimiento y difusión de la civilización maya y no nos alcanzará la vida –dimensionó–, para conocer el universo de conocimiento que aún encierra esa grandiosa civilización prehispánica.

La exposición temporal del Museo Palacio Cantón sobre la epigrafía maya estará abierta hasta el fin del presente mes.

(LectorMx)