Mérida, Yucatán.- Para el historiador y arqueólogo Claudio Obregón Clairin, el nombre y el concepto de Kukulcán fue una invención del colonialismo español toda vez que, dijo, no hay referencias, textos epigráficos ni tradición oral maya que se le mencione.

Durante el periodo clásico maya (250 a 900 d.d.C), sustentó, tal deidad no se llamaba Kukulcán sino tenía otro nombre y estaba relacionada con las guerras (Buluc Chabtan era el dios maya afín, relacionado también con los sacrificios humanos) y fue durante la conquista en que Fray Diego de Landa nombra a Kukulcán como entidad divina.

Diego de Landa, puntualizó, hizo referencia al mito de origen tolteca, del famoso personaje Ce Ácatl Tipitzin Quetzalcóatl que supuestamente emigra al mundo maya y funda Chichén Itzá, lo que desde el punto arqueológico y epigráfico, afirmó, es falso.

Obregón Clairin, director e investigador del Centro de Estudios Históricos y Antropológicos PANIMIL, ofreció este jueves 22 de julio en redes sociales desde Cancún su conferencia “Relaciones Comerciales, políticas y Religiosas entre teotihuacanos y mayas”, en la que sostuvo la inexistencia del nombre Kukulcán en la civilización del sureste.

“Con todo respeto, pero con toda evidencia, es muy probable que Kukulcán el nombre, el concepto, sea una invención franciscana… Es la traspolación de un mito del altiplano al mundo maya y Ce Ácatl Tipitzin Quetzalcóatl jamás llegó en el año 987”, recalcó.

“El nombre Quetzalcóatl pertenece al ámbito de la lengua náhuatl y fue el nombre con el cual los mexicas –mal llamados aztecas– nombraron a esa entidad, que es la serpiente emplumada, que no sólo está en Teotihuacán, sino que aparece en muchas ciudades, entre ellas las mayas”, detalló el especialista.

El investigador independiente afirmó que hubo relaciones religiosas, políticas y comerciales entre los teotihuacanos y los mayas, aunque también reveló datos de un presunto golpe de Estado cometido por teotihuacanos en la ciudad maya de Tikal.

“La Estela 31 de Tikal nos informa que el 16 de enero del año 378, un general llamado Siyak K’ak’ llegó a Tikal acompañado de un comando de guerreros teotihuacanos y ejecutaron al ahau (gobernante) Chak Tok Ichaak I.

“Un año y 10 meses después, ascendió al trono Yax Nuun Ayin I, quien tiene un nombre maya, pero es de filiación teotihuacana. Dos versiones interpretativas se discuten actualmente para comprender este evento: una conquista teotihuacana o un golpe de Estado”, refirió.

Resulta sumamente interesante evidenciar –explicó– que Teotihuacán tuvo un gobierno corporativo en el que estuvo ausente el culto a la personalidad de los gobernantes, en tanto que la “ahaucracia maya” fue un gobierno de un rey (ahau) quien además sustentó su poder con argumentos antropogónicos relacionados al culto del maíz y en la exaltación hacia su personalidad.

El expositor estableció que en toda conquista hay un móvil económico y, en este caso, la presencia teotihuacana en el mundo maya se explica por tres hipótesis: la primera, el hallazgo de jadeíta de origen posiblemente maya en Teotihuacán; la segunda, por las plumas de quetzal para adornar los tocados de los gobernantes y la tercera, el intercambio comercial.

Descartó las dos primeras hipótesis, ya que la jadeíta aunque era de gran valor para los mayas y los olmecas en Teotihuacán no era tan apreciada, en tanto que las plumas del ave podían también obtenerse en ese entonces en los territorios de Oaxaca y Veracruz, por lo que no era viable recorrer más mil 200 kilómetros para capturar quetzales.

“A la luz de las evidencias arqueológicas, el intercambio comercial entre ambas regiones es un tema de investigación que carece de datos duros que permitan comprenderlo”, reflexionó el historiador.

“Reconocemos la influencia religiosa y política que ejerció el Estado Corporativo Teotihuacano sobre diversas ciudades mayas, pero nos falta descubrir el sustento del hecho histórico”. asentó.

Con anterioridad, Obregón Clairin ha suscitado polémica al sostener que el Castillo de Chichén Itzá no es una pirámide “porque no termina en punta”, sino “un homenaje a la Montaña Mágica –Creadora (Huitz), que es un vaso comunicante entre las fuerzas de las tinieblas del Xibalbá y las del cielo. Una expresión plástica del Calendario Solar (Haab)”.

(LectorMx)