Mérida, Yucatán.- La Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal reiteró su reclamo por una “hecatombe cultural” en ciernes debido a la implantación del Tren Maya y exigió a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que deje de colaborar en ese proyecto.

“Y que haga un exhorto claro e inequívoco al gobierno mexicano para que detenga los trabajos del tren y se reponga todo el procedimiento, empezando por la realización de una genuina consulta indígena, bajo los estándares internacionales vigentes desde hace más de tres décadas en la comunidad de las Naciones Unidas”, demandó.

La agrupación difundió una carta abierta al señor Antonio Guterres, secretario general de la ONU, con “denuncia pública sobre megaproyecto etnocida en México”.

En el texto calificó al Tren Maya de “desastroso y destructivo para nuestra identidad” y reprochó el acompañamiento de organismos como ONU-Habitat, Organización Mundial del Turismo (OMT) y la UNESCO.

“Y a pesar de la abrumadora evidencia de violaciones a los derechos del pueblo maya, señor secretario, varios organismos afiliados a la ONU han seguido participando de modo instrumental y central en dicho proyecto etnocida.

“Esta falta de congruencia nos causa pena, pesar y perjuicios irreparables, porque el tren que nos atropella lleva de modo ostentoso el sello de la ONU y sigue avanzando a pesar de varias resoluciones judiciales en contra”, planteó Múuch’ Xíinbal.

Refirió también “la enorme cantidad de vestigios arqueológicos hallados en los trazos de las vías, que el gobierno federal se está llevando de nuestras tierras”.

En el caso de la OMT y la UNESCO, lamentó la intervención de estos “atraídos por el dinero público que el gobierno mexicano tira a manos llenas, y que se quita a rubros como los de salud, educación y justicia en un país sediento de ellas”.

Múuch’ Xíinbal citó que ha promovido seis juicios de amparo –con resoluciones favorables– contra el Tren Maya y ha solicitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la adopción de medidas cautelares para proteger su integridad, “dado el ambiente de división y discordia que el gobierno federal provoca con este proyecto en nuestra sociedad y en nuestras comunidades”.

En refuerzo mencionó que casi un centenar de defensores de los derechos humanos han sido asesinados en México en lo que va del actual sexenio.

“Y actualmente hay una campaña promovida con abundantes recursos públicos para imponer al tren en nuestras tierras y apabullar a quienes nos oponemos a la violación de nuestros derechos de pueblo originario y a la destrucción de nuestra identidad.

“Todo ello se inscribe en un marco nacional de racismo y discriminación estructurales, sistémicos y aplastantes. Si para mostrarlo se requieren cifras, el porcentaje de maya-hablantes en el último siglo ha declinado a un ritmo de extinción en la Península. Y nos preguntamos: ¿Acaso la solución a esta hecatombe cultural es la implantación de un gran tren para millones de turistas y nuevas urbes y cientos de miles de nuevos habitantes? ¿La solución a nuestro problema existencial es la destrucción de lo que somos?”, asentó en el escrito con fecha 7 de octubre.

Es obvio, señor secretario, que algo está fallando en el sistema ético de la ONU, pues en caso contrario no habría esta brecha tan ominosa entre el “ser” y el “deber ser” en el organismo internacional que usted representa. Y ello nos está causando un daño irreversible y catastrófico al pueblo maya, concluyó la organización.

Carta-a-ONU-11oct2021

(LectorMx)