Mérida, Yucatán.- La canícula estacional, caracterizada por disminución de lluvias en plena temporada, aumento de días soleados y menor cobertura nubosa por altas presiones, llegaría este año con nivel moderado.

Según pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este fenómeno climático podría presentarse en estados del noreste del país, así como en costas de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca.

“Con menor intensidad” alcanzaría a la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; así como Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Tabasco y Yucatán.

De acuerdo con el Comité Institucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos (CIAFEME) de la UADY, este período seco y de mucho calor abarca de la segunda quincena de julio hasta las dos primeras semanas de agosto.

Las temperaturas elevadas, no son las más altas para la península de Yucatán, ya que estas ocurren en la estación de primavera, precisó el CIAFEME.

“Este año no se espera una canícula extensa debido a la gran actividad de la temporada de lluvias y ciclones tropicales”, anticipó en un reporte sobre la región.

La reducción de precipitaciones pluviales, calentamiento del aire y cielo despejado afecta especialmente al centro, oriente y sur de México.

“La canícula forma parte de la variabilidad climática de México y es difícil de pronosticar su fecha de inicio, duración e intensidad; es importante señalar que el patrón de disminución de precipitación no es uniforme, es decir, no se presenta en todas las regiones con la misma duración e intensidad y muchas veces puede verse alterado por eventos extremos como el acercamiento o impacto de algún ciclón tropical o la llegada de ondas tropicales que propicien lluvia en estas regiones, por lo que su monitoreo es importante”, difundió la Secretaría de Protección Civil de Campeche.

POLVO DEL SAHARA

En cuanto al polvo del Sahara, acarreado por vientos alisios que soplan del este a oeste, se prevé arriben a partir de la segunda quincena de julio hasta la primera semana de agosto.

“Como le roban humedad al medio ambiente provocan disminución de las lluvias y evitan el desarrollo de los ciclones tropicales, llegando incluso algunas veces a desaparecer a los ciclones tropicales”, refirió el CIAFEME.

En la península de Yucatán, la presencia de tales partículas no ocasiona daños a la salud, sólo traen llamativos amaneceres y atardeceres en colores de amarillo a rojizos, así como cielos blancuzcos durante el día.

“Este año debido a las lluvias atípicas que se están presentando en el desierto del Sahara se esperan tormentas de débiles a moderadas”, asentó el equipo de la UADY.

(LectorMx)