Mérida, Yucatán.- La ciudad de Mérida estaría al borde del colapso en una o dos décadas por falta de planeación en el desarrollo urbano que ha implicado la pérdida de suelos de reserva territorial para uso natural y recarga de mantos acuíferos, afirmó José Alfonso Iracheta Carroll, experto en el tema.
Ante funcionarios de los tres órdenes de gobierno, organizaciones sociales y académicos reunidos en el Segundo Foro para la construcción conjunta de la “Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial” (ENAMOV), el investigador habló de un desmesurado crecimiento de fraccionamientos habitaciones sin una planeación del desarrollo urbano.
El también director del Instituto Nacional del Suelo Sustentable expuso públicamente que Mérida es un ejemplo de que lo que no debe ser en materia de pérdida territorial, de la especulación del suelo, que ha repercutido en asentamientos con menor densidad de población y mayores costos en los servicios, aunado a problemas de movilidad.
Apostó a un desarrollo urbano de carácter metropolitano en Mérida con los municipios conurbados bajo un esquema de coordinación que rompa esquemas fronterizos y se actualicen los ordenamientos y reglamentos de usos de suelo, atribución y obligación de las autoridades municipales.
Mérida podría colapsar en 10, 15 ó 20 años si no revierte estos criterios de urbanización, aunados a la falta de un drenaje sanitario y de un sistema amplio de tratamiento de aguas residuales, así como severas deficiencias de movilidad, en contraposición a lo que es hoy la capital del estado, una ciudad agradable, tranquila y segura, comentó.
En su exposición relacionada con la movilidad con seguridad vial, Iracheta Carroll, economista con maestría en administración pública, propuso reducir sustancialmente el uso del vehículo particular, pero con diversas condiciones.
Mencionó la necesidad de contar con un sistema de transporte público masivo de calidad, que incluya impulsar las alternativas no motorizadas de infraestructura peatonal, ciclista y otras que integran el sistema de movilidad.
También recomendó reducir contaminantes mediante mecanismos de sustitución de combustión y mayores estándares en el control de emisiones.
Advirtió que en las grandes urbes como la Ciudad de México se ha generado un círculo vicioso entre construcción de infraestructura vial y un mayor tráfico vehicular.
Como ejemplo, refirió que en 2016 se invirtieron ocho mil 700 millones de pesos en calles, puentes deprimidos, distribuidores viales y pavimentación en la zona metropolitana del Valle de México; sin embargo, esto propició un incremento en la flota vehicular cercana a los 185 mil vehículos, es decir, un 20 por ciento de total.
Este tráfico inducido, añadió, ha generado una mayor congestión vial, más emisiones contaminantes y pérdida de la calidad ambiental y perjuicios a la salud pública, además de incremento en el tiempo que se destina a los viajes y en general ha reducido la calidad de vida de la población.
Singapur, Londres y Estocolmo han establecido medidas para inhibir el uso del automóvil particular, de tal forma que los conductores pagan un impuesto por congestión derivado del uso de las vialidades y de los costos ambientales, citó.
En China, abundó, se asignan derechos a los conductores de vehículos privados y se les permite intercambiar esos permisos.
A su vez, el coordinador general de Desarrollo Metropolitano y Movilidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Álvaro Lomelí Covarrubias, indicó que en la región sur-sureste del país se registran casi 76 mil muertes por siniestros viales al año, que representan el 19 por ciento del total a nivel nacional.
Yucatán reporta una mortalidad de un mil 447 personas al año, por lo que es el sexto con mayor índice a nivel regional y el 23 en el contexto nacional.
Igual registra 31 mil accidentes o percances, por lo que es el segundo en la zona y el 18 en el país.
En general, los participantes, entre ellos representantes de gobiernos estatales y expertos, coincidieron en la necesidad de disponer en menor plazo posible de un transporte público eficiente, sustentable, seguro e incluyente con inversión en infraestructura.
El titular de la SEDATU, Román Meyer Falcón, describió a los asistentes retos para atender demandas futuras de movilidad: una planeación del desarrollo urbano de las ciudades grandes y medianas, la actualización de las normas de uso de suelo de los ayuntamientos y la coordinación y el financiamiento entre autoridades municipales, estatales y federales.
La titular de la Secretaría General de Gobierno de Yucatán, María Fritz Sierra, subrayó que esos aspectos, ligados a la inclusión y la perspectiva de género son prioritarios en esta administración.
(LectorMx)