Mérida, Yucatán.- Factores externos de fondo, como la adulteración de miel que inunda los mercados y alcanza casi el 50 por ciento de la comercialización mundial, la sequía en algunas regiones de México, el calor extremo, la caída de los precios y el dólar más barato agobian a los apicultores.
“Se está empobreciendo a la apicultura del mundo y no hay una solución…”, advirtió Federico Berrón Autrique, coordinador del Consejo Comercial de la Federación Latinoamericana de Apicultores y ex presidente de la Asociación Mexicana de Exportadores de Miel A.C.
Promotor de un exhorto internacional sobre el “Fraude a las abejas” debido a falsificación de la miel, el empresario citó las pérdidas en el norte del país y litoral del golfo por efectos del clima adverso en plantaciones de naranjo.
“Vivimos la ausencia de cosecha por los mismos vientos del sur y el calor y la falta de agua en Tamaulipas y la forma en que se presentaron algunos vientos en toda esa costa y se perdió la cosecha que normalmente era de tres mil toneladas, dos mil toneladas…”, explicó en entrevista.
“Hubo, quizás, 200 toneladas de las dos mil que se esperaban de lugares especiales donde regaron, etcétera y el precio alcanzó los cinco mil dólares en el mercado internacional, mientras que la miel de Yucatán, que estamos vendiendo, acabó en el promedio de dos mil 200 a dos mil 400 dólares (por tonelada), puesta ya…”, detalló.
A los productores –la mayoría micros y pequeños–, los intermediarios compraron en la recién temporada de cosecha en Yucatán entre 20, 22 y hasta 24 pesos el kilogramo.
“Y el máximo que vimos en principio arañó los 40 pesos, muy breves días y se fue derrumbando parejo con el tipo de cambio y muy rápido llegó a los bajos treintas y luego, así se desmoronó justo en el mes de gran producción, que es mayo”, refirió el también director de “Miel Gabriela”.
En el tema del recrudecimiento de las altas temperaturas, valoró que éstas llegaran a la península con la cosecha terminada.
Y ante el desplome de los precios de la miel los apicultores optaron por dejar de sacar la producción y se enfocaron a reforzar, multiplicar sus colmenas con la esperanza de que en adelante las cosas mejoren.
“Lo cual es muy oportuno, porque dividir las colmenas disminuye el efecto que tiene en ellas el calor, les da más espacio y eso va a ser que sean más fuertes”, reflexionó.
En cuanto a las consecuencias del ambiente sofocante y de lluvias irregulares en la apicultura, reconoció que las hay, aunque no se puede dimensionar por ahora.
“Pues, sí… digamos, este un año de El Niño y respecto… el calor ha sido muy fuerte en la parte norte del trópico, entonces, de continuar, sí va a afectar, pero de momento, digamos, es muy difícil atribuirle condiciones de largo plazo a esta seca y ya toco madera para que no (se alargue) …”
A estos factores negativos, Berrón Autrique sumó las alzas en gasolina y en particular el azúcar, las altas tasas de interés bancarias y el menor rendimiento del dólar estadounidense.
“Este super peso (mexicano) ha impedido que los productores, ya de por sí afectados, tengan la reposición de valor que implica la sí inflación que han vivido, la real inflación que han vivido”, ilustró.
Con ese entorno, apostó a que la Apimondia de Chile (48 Congreso Internacional de Apicultura), del 4 al 8 de septiembre, arroje un movimiento global con transformaciones radicales en defensa de la actividad.
(LectorMx)