Ciudad de México.- Una escultura en piedra de la época prehispánica emergió durante tareas de salvamento arqueológico en el Tramo 7 del Tren Maya que atraviesa la selva entre Chetumal, Quintana Roo, y Escárcega, Campeche.

La pieza representa a una deidad de la muerte y fue ubicada el pasado viernes (16 de junio) en el poblado de Conhuas, Campeche, cerca de la zona arqueológica de Balamkú.

Junto a esa figura se recuperaron tiestos de cerámica policromada.

El director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, informó del hallazgo al participar en la conferencia mañanera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Según análisis preliminares de los investigadores –asentó la dependencia–, se trata de una escultura antropomorfa en posición sedente, de 25 centímetros, cuyo personaje tiene modificación craneal de tipo tabular erecta, porta una nariguera y un antifaz en el cráneo; además, cuenta con restos de pigmentos en color rojo. Se estima que su antigüedad corresponde al periodo Clásico Temprano (200-600 d.C.).

“Es una figura que por sus rasgos descarnados apela a motivos mortuorios y se vincularía con una deidad de la muerte”, explicó el titular del INAH.

Prieto Hernández comentó que en el Tramo 7 se han identificado y resguardado 21 mil 960 elementos inmuebles (entre albarradas, basamentos, nivelaciones y caminos antiguos), de manera que concentra alrededor del 40 por ciento del total de los bienes inmuebles localizados y estudiados en todo el circuito.

“Esto nos habla de la gran densidad de población que hubo en esta región de la península de Yucatán, gracias a una compleja organización social, a la eficacia de la milpa maya y a un sistema urbano que conectaba a diversas ciudades-Estado que comerciaban entre sí, representando a poblados de cientos de miles de habitantes”, detalló.

Adicionalmente en el Tramo 7, donde ya se otorgó el 100 por ciento del visto bueno de obra, se han recuperado 306 bienes muebles, 72 mil 480 tiestos cerámicos, 64 entierros humanos y se han reconocido 227 rasgos naturales asociados a presencia humana.

(Con información de INAH)