Mérida, Yucatán.- El mes de agosto de 2023 quedará marcada en el calendario astronómico por una rara coincidencia: una superluna y una luna azul, algo que no veremos repetirse sino hasta dentro de 13 años y medio, es decir, más de media generación, reveló el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa.

El 1 de agosto, presenciaremos la luna llena ‘más grande’ del año: a la vista del ojo humano su circunferencia ‘crecerá’ entre 13 y 14 por ciento, comparada con una ‘normal’. El 30 de agosto, el satélite natural de la Tierra estará nuevamente en oposición total al sol y a este segundo plenilunio en un mismo mes se le conoce como «azul».

La coincidencia de ambas lunas llenas es matemáticamente poco común, según los cálculos recientes del también profesor del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM), quien repara en ella por primera vez en sus más de 60 años de observar el cielo nocturno de Yucatán.

Los cálculos de Salazar Gamboa, basados en las lunaciones, es decir, el periodo entre un plenilunio y otro, muestran que aproximadamente cada 413 días una de las lunas llenas es superluna. En el caso de la «azul», debemos esperar más del doble de días para verla: 993, para ser exactos.

Prácticamente, para una coincidencia similar de superluna y luna «azul» -que por definición tiene que ser el mismo mes- transcurren 13.6 años, es decir, unos 4 mil 967 días, explica el astrónomo yucateco.

Con todo esto, está claro que seremos testigos, también, de un agosto inédito, pues aunque ese dato aún no está calculado, para que la coincidencia vuelva a darse en el octavo mes seguramente pasarán varias décadas.

De cualquier manera, los que hoy estamos aquí viviremos para contar este «concierto» de lunas llenas, pero, para eso, tenemos que ir paso a paso; el primero es la superluna, así que empecemos por ahí…

¿Qué es una superluna?

El científico yucateco explica que este 1 de agosto, Selene estará en su punto más cercano a nuestro planeta, fenómeno astronómico llamado perigeo. Aunque este movimiento longitudinal de la luna es común, ni siempre «se pega» tanto a la Tierra ni siempre coincide con el plenilunio; en este caso, es precisamente la relativa «conjunción» de luna llena y perigeo es lo que la define la superluna, y ambos fenómenos deben ocurrir con menos de 24 horas de diferencia.

En esta ocasión, una de las dos «condiciones» para que se dé la superluna, ocurrirá a las 12:31 horas de Yucatán: el plenilunio, es decir, la iluminación al 100 por ciento de la luna con la luz del sol. Salazar Gamboa recuerda que dura apenas unos segundos; aunque paulatinamente comienza a ser menos, para el ojo humano no es perceptible.

Más tarde, cerca de la medianoche, a las 23:52 horas para ser exactos, será el perigeo, y el satélite natural estará a 357 mil 311 kilómetros y su diámetro, calculado en 3 mil 475 kilómetros, «aumentará» -es un ensanchamiento aparente- hasta 14 por ciento, es decir, se apreciará un cuerpo celeste como de 4 mil kilómetros de diámetro.

Las dos «condiciones» ocurrirán en menos de 12 horas, lo que da pie a la llamada superluna, la única del año, pues aunque en otros plenilunios Selene también está cerca, la distancia no es tan corta; además, ambos fenómenos están más «alejados» en el tiempo uno de otro.

Por cierto, vale decir que el 1 de agosto la luna saldrá a las 18:57 horas en Yucatán.

El catedrático yucateco recordó que la próxima superluna será el 18 de septiembre de 2024, es decir, dentro de un año y 49 días.

¿Qué es la luna azul?

Ahora bien, la del 1 no será la única luna llena de agosto, porque el día 30 habrá otra, en este caso ya no superluna; a este segundo plenilunio en un mismo mes se llama «luna azul», debido a que quienes fueron por primera vez conscientes de ella fueron habitantes de la isla de Hawái, quienes la vieron un color azulado por las cenizas que había lanzado al cielo un volcán en erupción.

En sí, el color del astro no varía al ojo humano en ningún momento, como sí ocurre con la llamada luna roja o «de sangre» durante los eclipses lunares, que adquiere un tono rojizo a la vista.

(LectorMx)