Por Adela Mac Swiney González
Málaga, España.- La edición 28 del Festival de Cine de Málaga acogió hoy la presentación de “Violentas mariposas”, el primer largometraje del mexicano Adolfo Dávila, con un retrato sobre la injusticia social en México. La película sigue a un grafitero y una cantante de una banda punk que, en un contexto de crisis y descontento social, utilizan el arte y la música como herramientas de resistencia. El filme aspira a una Espiga de Oro del certamen compitiendo con otras 21 películas españolas y de América Latina.
El coloquio posterior a la proyección tuvo la participación del director, la actriz Diana Laura Di; el diseñador de producción y Jorge Bujosevich. Dávila, cineasta con una extensa trayectoria en proyectos audiovisuales, explicó que su película no parte de un único hecho real, sino de una combinación de situaciones que reflejan la falta de justicia en su país.
“Más allá de un hecho real específico hay muchos hechos reales
combinados y una intención de mezclar una serie de situaciones en torno a la injusticia en México y a la carencia de la impartición de justicia en nuestro país, la absoluta carencia de ley de un estado fallido en ese sentido donde no hay respuestas a los ciudadanos”, dijo el cineasta.
El director también subrayó la normalización de esta impunidad en la sociedad mexicana y sostuvo que “lo que básicamente se relata es que la justicia no es accesible para los ciudadanos en México y que hemos normalizado esa situación hasta tal punto que ya vivimos sabiendo que la justicia no existe”.
Diana Laura Di, cantante, debuta en la pantalla con “Violentas mariposas” y ha señalado que “soy cantante desde siempre, es mi primera película, pero no mi primera vez cantando, eso fue algo que me hizo sentirme muy segura, la música siempre es el camino donde yo me encuentro
conmigo misma y soy capaz de interpretar y transmitir y conectar con las personas”.
Sin embargo, reconoció que el salto al cine ha sido un desafío, ya que “lo más difícil para mí fue actuar frente a la cámara con toda la gente mirándote y pendiente de ti cuando no es lo primario que haces, que no lo podía resolver cantando, lo tenía que hacer mostrándome”.
Aprovechó la oportunidad para elogiar el trabajo de Dávila: los halagos que
recibo de mi trabajo los aprecio mucho y los comparto con mi director porque parte de lo que estoy logrando en mi carrera como actriz es porque siempre tuvimos una comunicación muy transparente y una gran dirección por parte de él”.
Sobre el desarrollo de la película, Jorge Bujosevich, diseñador de producción, resaltó también el esfuerzo del director ya que “Adolfo tardó 10 años en levantar la película, yo entré los últimos 7 o 8 meses y él ya
tenía una estructura muy bien armada que yo acompañé con un tratamiento visual. No teníamos las localizaciones perfectas que pedía el guion y teníamos que irnos adaptando a lo que había y a los tiempos de rodaje”.
Con un trasfondo de crítica social, una estética marcada por el punk y el arte urbano, y un proceso de producción lleno de obstáculos, “Violentas mariposas” se ha presentado en Málaga como una película que busca remover conciencias y poner en el centro del debate la impunidad y la falta de justicia en México.
(LectorMx)