Por Jesús Mejía
Mérida, Yucatán.- Reconocida como una de las cantantes yucatecas más prominentes en la ópera tanto en el país como en el extranjero, la mezzosoprano Conchita de Antuñano falleció en su residencia en la ciudad de Miami, Florida, informó su hijo Carlos Uribe de Antuñano.
Mediante sus redes sociales, el único vástago de la intérprete reveló que después de 10 días internada en un hospital la artista falleció, aunque sin dar detalles de su padecimiento, lo que la mantuvo retirada de los escenarios en los últimos dos años.
“Mi mamá nació con un don, un inmenso talento natural. Pero como ella señalaría con razón en muchas ocasiones, debe su éxito a su arduo trabajo, a su dedicación y persistencia. La Constancia Mexicana, diría ella”, anotó su hijo único.
De hecho, las autoridades de cultura de Yucatán de la anterior administración estatal dejaron pendiente el rendirle un homenaje por sus 50 años de trayectoria en el arte de la lírica.
En entrevista reciente, la cantante nacida en Mérida expresó su deseo de ofrecer de nueva cuenta conciertos en la capital yucateca, uno de ellos en el Teatro Peón Contreras, donde actuó por última ocasión en diciembre de 2016 con un recital titulado “Romance y amor en Italia, Francia, México y la Tierra del Mayab” y antes, en el 2010, presentó El Amor Brujo de Manuel de Falla.
Sus actuaciones en México y en otros países durante cinco décadas dieron cuenta del rango vocal y habilidades dramáticas de la cantante, quien además habla otros idiomas como alemán, italiano, francés e inglés.
La mezzosoprano –capaz de cantar también en la tesitura de soprano– actuó como concertista y en los roles principales de unas 20 óperas de autores italianos, alemanes y franceses como Bizet, Mascagni, Mozart, Ponchielli, Puccini, Saint Saens, Strauss, Verdi y Wagner.
Conchita participó en varias grabaciones, incluyendo un notable proyecto en 1988 donde grabó “Iris” de Mascagni junto al tenor Plácido Domingo. Sus interpretaciones incluyeron obras de compositores como Gustav Mahler y Manuel de Falla, en la que mostró su versatilidad como artista.
Fue una de las cantantes mexicanas más jóvenes que incursionó en insignes escenarios de la ópera del mundo, luego de haber recibido el respaldo con becas completas en la prestigiada escuela de música Julliard School de Nueva York, en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia, así como en el Instituto Nacional de Washington y de la Fundación Musical William Matheu Sullivan.
La mezzosoprano ofreció en Londres una serie de recitales extraordinarios con el reconocido pianista mexicano Jorge Federico Osorio, de 1987 a 1989, con gran aclamación del público y el aval de la crítica tras sus interpretaciones de temas de Manuel M. Ponce y Carlos Jiménez Mabarak.
Ganó en su prolífica carrera numerosos certámenes internacionales, entre ellos el Concurso Internacional de Canto “Rosa Ponselle” y las audiciones del Metropolitan Opera de Nueva York, donde fue finalista, en tanto que el Gobierno del Estado de Yucatán le confirió en 1988 la Medalla Yucatán.
Una de las prestigiadas instituciones de fomento de la música de ópera, “St John´s Smiths Square” de Londres, Reino Unido, llamó a Conchita de Antuñano para una entrevista especial que se transmitió el 23 de junio de 2022 con artistas de renombre.
Su dedicación al arte de la ópera también la convirtió en una figura significativa en el panorama cultural de Yucatán.
Además de sus actuaciones, Conchita de Antuñano fue defensora de las artes en su región de origen, inspirando a una nueva generación de cantantes y músicos, al participar en iniciativas educativas y talleres destinados a promover la ópera y la música clásica en Yucatán, contribuyendo así al enriquecimiento cultural de su comunidad.
“La ópera es un género de inmortal”, subrayó la cantante en declaraciones, al mencionar la gran cantidad de compañías operísticas existentes y el auge que tienen esas producciones en España, Francia, Alemania e Italia, ciudades donde nació y se desarrolló ese arte escénico.
“La ópera es como es el mariachi y la trova yucateca en México, que nunca van a morir, aun cuando las nuevas generaciones de jóvenes estén interesadas en otros géneros musicales”, pero la ópera, recalcó, nació para quedarse.
(LectorMx)