Mérida, Yucatán.- Fiel a su estilo, enemigo del Coca Cola y persistente vegetariano, Eduardo del Río, mejor conocido como Rius, dijo que la televisión y las revistas de chismes se han apoderado de los potenciales lectores de libros.
El monero buscaba el lugar donde Luis Villoro presentaría su libro, cuando fue descubierto por el reportero, a quien con sencillez y natural amabilidad respondió todo tipo de preguntas, no sin antes, aceptó, “echarse un cigarrillo” en las afueras de la sede de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán 2016.
Como autor de libros “Max para principiantes”, “Lenin para principiantes”, “Mao en su tinta” y “Cuba libre”, que influyó en sus lectores hacia tendencias ideológicas de izquierda, Rius expuso que la mayoría de la población de esas generaciones fue finalmente controlada por la televisión.
Por eso, indicó que la mayor satisfacción de su vida es que la gente lea y si son sus libros, mejor.
“Sin embargo, no sé dónde está la gente que leyó mis libros”, puntualizó el autor de “El yerberito ilustrado”, “La panza es primero” y “La droga que refresca”, al reconocer que existe pasividad y sumisión de la población en torno a la política, el consumo y su actitud ante la televisión.
Rius, de 82 años, retornó a la FILEY, ahora para presentar su más reciente libro “¿Cuándo se empezó a joder Méjico?”, en la que estableció, conforme a sus investigaciones, que en el periodo del presidente Miguel Alemán Valdés se dieron hechos que afectaron la vida de los mexicanos.
En la presentación de la publicación (editorial Grijalbo), el autor de más de 120 títulos mencionó que en los tiempos del presidente Miguel Alemán Valdés se crearon dos organismos “nefastos” para la historia de México: Televisa y el PRI, para tener mejor controlada a la gente.
Amable, el autor de la revista de “Los agachados” comentó ante el auditorio que media hora después hizo larga fila para obtener la dedicatoria y su autógrafo que el régimen de Lázaro Cárdenas quiso hacer realidad los propósitos de la Revolución Mexicana, sin embargo, con Alemán Valdés se echaron atrás todos los logros.
Con su humor “negro”, sin cortapisas, Rius habló de todo, lo mismo del presidente Enrique Peña, de quien se refirió como “nieto de Carlos Salinas de Gortari”, que de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, cuya suerte fatal, dijo, estuvo ligada al hallazgo de droga.
En la charla previa a la presentación de su libro, reconoció que enfrenta dificultades para continuar su labor como monero, ya que se cansa y la vista ya no le responde como antes
(Jesús Mejía)