Mérida, Yucatán.- Las mujeres conforman la tercera parte de la matrícula de investigadores y científicos en México, por lo que el Estado mediante decretos y programas debe procurar mayores espacios para su desenvolvimiento profesional, planteó la científica Dalila Aldana Aranda.
Mencionó que está comprobada la capacidad de las mujeres para desempeñar funciones de investigación científica y desarrollo de conocimiento en ciencias exactas, de ahí que son mitos, recalcó, todas las expresiones que demeritan su capacidad intelectual.
Entrevistada en un receso del encuentro “11F, 11 Mujeres, 11 de febrero” , en colaboración con el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) en ocasión del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la bióloga demandó piso parejo en oportunidades de acceso en ambos géneros.
Explicó que las mujeres profesionales mexicanas, después de su trabajo dedican gran parte de su tiempo a las tareas domésticas, porque llegan a casa, limpian, ven hijos, lavan ropa, planchan y cocinan, en tanto que la participación del hombre es incipiente en este rol.
La especialista del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) insistió en que el Estado debe ampliar las áreas de desarrollo de las mujeres profesionistas, ya que pueden contribuir al crecimiento de la economía en un 20 y hasta en un 30 por ciento con sus aportaciones.
Desafortunadamente, agregó, en México en la medida que una mujer se va capitalizando en obtener una maestría y doctorado, su contribución a la economía es a la inversa, ya sea porque se casa o se retira para el cuidado de la casa, los hijos.
“No se trata de que el hombre se ponga a limpiar la casa; se trata de que todos vayamos caminando juntos, contribuyamos con el mismo esfuerzo”, remarcó la doctora en Oceanografía, Acuacultura y Pesca por la Universidad de Bretagne, Francia.
Reconoció que las mujeres son preponderantes en las ciencias sociales, así como en la educación, en tanto que en biología van en la misma proporción con los hombres, pero en ingenierías apenas alcanzan de un seis a un 10 por ciento en las matrículas.
En el encuentro realizado, en el auditorio del CICY, las 11 científicas invitadas narraron a un auditorio compuesto más por niñas y adolescentes, las dificultades que enfrentaron y las soluciones que aplicaron para escalar altos grados académicos y sobresalir en el campo de la investigación científica.
Las investigadoras son del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), del Instituto Nacional de Pesca, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y del Centro de Investigaciones “Hideyo Noguchi”.
Además de Aldana Aranda, compartieron experiencias Josefina Santos Valencia, Ingrid Rodríguez Buenfil, Lilian Dolores Chel Guerrero, Renata Rivera Madrid, Teresa Hernández Sotomayor, Beatriz Rodas Junco, Neith Aracely Pacheco López, Gabriela Solís Robleda, María Teresa Pulido Salas, Paulina Haro y Claudia Paola Peniche Moreno.
En general, las ponentes invitaron a las niñas y adolescentes hacer a un lado prejuicios, a estudiar y aplicar constancia, perseverancia para obtener sus objetivos, a perderle miedo a la ciencia y, sobre todo, confiar en su capacidad para innovar y aportar al desarrollo del país.
(Jesús Mejía)