Mérida, Yucatán.- Con evocaciones a Napoleón Bonaparte y a  dos personajes de una de las obras cumbres de William Shakespeare, la Orquesta Sinfónica de Yucatán interpretó la Tercera Sinfonía de Beethoven y la Fantasía “Romeo y Julieta” de Tchaikovsky.

Como parte de su primera temporada de conciertos 2016, la agrupación musical bajo la batuta de Juan Carlos Lomónaco atrajo al público con dos obras atractivas por su bagaje histórico y literario, lo que refleja la íntima relación de los compositores con sus respectivos contextos político y cultural.

Compuesta en 1803 en memoria de Napoleón, a quien Ludwig van Beethoven consideró como un libertador que promovió los principios de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución Francesa de 1789, la Tercera Sinfonía guarda un significado importante entre los seguidores de la música del compositor alemán.

osy_2Como es conocido entre los aficionados y conocedores de la música de Beethoven, el compositor retiró la dedicatoria al llamado “Gran Corzo” al enterarse, con suma indignación, de que el estratega militar francés se había proclamado emperador, lo que constituiría la vuelta a las monarquías de corte absolutista.

Motivado por estos antecedentes, el público de la OSY acudió al Teatro Daniel Ayala a escuchar la Tercera Sinfonía que el autor rotuló con el nombre de “Eroica”, compuesta en cuatro tiempos para el estreno ocurrido en Viena el siete de abril de 1805, es decir, hace 211 años.

El titular de la orquesta dirigió con ponderación la sinfonía beethoveniana pese a la fuerza expresiva de los movimientos primero, tercero y cuarto, que son reflejo del temperamento del compositor. Los atrilistas perdieron en instantes la coordinación pero al final de cuentas recuperaron hasta llegar a buen puerto.

Con Beethoven en la cima, el público tributó un prolongado aplauso y ahora espera escuchar las sinfonías Cuarta y Sexta programadas para el 13 y 15 de mayo como parte del ciclo de las nueve sinfonías dedicado al temperamental compositor.

En la parte inicial, los amantes de la música reconocieron el estilo del autor ruso implícito en la estructura melódica y compases de la Obertura Fantasía “Romeo y Julieta” alusivo al conocido drama de William Shakespeare, el personaje más representativo de la lengua anglicana.

La OSY consolidó su presencia con un público fiel y más “educado” en lo que se refiere a su comportamiento en los escenarios de conciertos, ya que llega temprano, no aplaude entre los tiempos o movimientos de la obra y acude a conocer y reconocer el repertorio de la sinfónica.

Para los próximos dos conciertos, la OSY contará con el director huésped, José Areán, mexicano, actual titular de la Sinfónica de Minería, graduado en el Conservatorio de Viena.

(Jesús Mejía)