Mérida, Yucatán.- El embarazo y el parto representan procesos cruciales en el desarrollo del individuo y de la sociedad en general, que tutela la Constitución con medidas que deben garantizar el derecho a la salud y a la vida, expuso el especialista Gumersindo Gaspar Vázquez Castillo.
Ante miembros del Poder Judicial, magistrados, jueces, litigantes y público interesado en el tema, el también presidente del Colegio de Ginecología y Obstetricia del Estado recalcó la vulnerabilidad de la mujer embarazada y la necesidad del Estado de asegurar una atención integral.
Resaltó la importancia de los Derecho Humanos reconocidos en nuestra Carta Magna en su Artículo Primero y el derecho a la salud establecido en el Artículo Cuarto de la misma Carta Magna, marco que proporciona el bienestar de las personas en proceso de parto y evita la violencia en contra de las mujeres.
“El personal del área de la salud debe ser cauteloso para no vulnerar los derechos humanos de la mujer en esa condición”, puntualizó Vázquez Castillo en la conferencia ofrecida en el auditorio “Víctor Manuel Cervera Pacheco” del Tribunal Superior de Justicia con el título “Derechos humanos en el embarazo y parto” organizada por la magistrada Ligia Aurora Cortés Ortega como enlace Nacional de Igualdad y Equidad de Género.
El personal del área de la salud debe actuar con profesionalismo, de lo contrario, una demostración o comentario puede ser mal interpretado como una agresión o violación al respeto e integridad de la mujer, recalcó el médico especializado en Ginecología.
Mencionó que en remotos grupos humanos las personas simplemente daban a luz sin conciencia de que estaban embarazadas, debido a que no existía la tecnología para poder conocer un embarazo, y con el tiempo empezó haber un número alto de mortalidad maternal, por lo que se implementaron medidas para evitar el incremento de muertes por este motivo.
Expuso que las civilizaciones antiguas tenían el concepto de que un embarazo es un acto divino y fueron los griegos quienes se dieron cuenta que es un acto biológico, mientras que en Roma se establecieron medidas para salvaguardar la vida de la madre y del hijo recién nacido, así como también se empezaban implementar artificios para ayudar a la mujer durante el parto.
Mencionó que la medicina ha avanzado a grandes pasos, creando mayor esperanza de vida para las mujeres. Los índices de mortalidad infantil y de embarazos en adolescentes han disminuido con los avances tecnológicos, los métodos anticonceptivos y las propuestas de planes de acción por parte de organismos internacionales de salud como los que forman parte de las Naciones Unidas.