Comemos 3,5 raciones de cereales y legumbres al día, dos de ellas corresponden al pan.

Los españoles consumen menos raciones de pan de las aconsejadas, dos al día; prefieren el blanco de barra frente a otros, como el integral, y personas con sobrepeso suelen restringir este alimento al considerar que engorda. Así lo refleja un estudio de la Universidad Complutense sobre conocimientos y creencias sobre el pan.

Comemos 3,5 raciones de cereales y legumbres al día, dos de ellas corresponden al pan. Una media de consumo por debajo de las seis raciones diarias de hidratos de carbono que recomiendan las guías alimentarias como base de una alimentación equilibrada, más del 50% del total de la dieta.

Esta es una de las conclusiones del estudio “Influencia del consumo de pan en la calidad de la dieta y hábitos alimentarios de adultos españoles” elaborado por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y la campaña “Pan cada día”.

Este estudio, de abril de 2016, se realizó sobre una muestra de 311 adultos (134 hombres y 177 mujeres) con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años procedentes de Madrid, Málaga y Pontevedra.

“El objetivo es profundizar en los conocimientos, creencias y opiniones en torno al pan, así como en sus hábitos de consumo y analizar la asociación entre el consumo de este alimento y la calidad de la dieta de la población adulta”.

Dos raciones de pan, de unos 50 gramos cada una, es la media de consumo y el desayuno, comida y cena los momentos escogidos para degustarlo. El tipo de pan más consumido es el blanco de barra (49,5%) seguido por el integral de barra (12,6%).

“Las personas con un mayor consumo de pan, tienen hábitos alimentarios más correctos. Además, su ingesta de energía y nutrientes es más próxima a la recomendada y el padecimiento de sobrepeso/obesidad es menor que en las personas con un consumo de pan más bajo”, señala otra de las conclusiones.

En el estudio se ha constatado que los encuestados presentan un perfil calórico y lipídico desequilibrado, con una ingesta excesiva de proteínas, grasa, grasa saturada y azúcares sencillos, y escaso aporte de hidratos de carbono, aunque aquellos que consumen habitualmente menos de dos raciones de pan al día, tienen un perfil calórico más desequilibrado, con un mayor aporte calórico por parte de las grasas y un menor aporte de energía procedente de los hidratos de carbono que los que consumen más pan.

El mayor consumo de pan también va parejo con el mayor aporte de fibra. Además, las personas que comen más pan, cubren mejor sus ingestas recomendadas de tiamina, niacina, folatos, vitamina D, hierro y selenio.

(vanguardia.com.mx)