A sus 22 años, el estudiante de la Universidad de Loughborough (Reino Unido) William Broadway ha creado algo que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría llegar a salvar 1,5 millones de vidas cada año.

El invento se llama “Isobar” y es un refrigerador de vacunas tan pequeño que lo puedes cargar a modo de mochila.

Su proyecto de final de carrera le valió el galardón nacional de uno de los premios de tecnología más prestigiosos del mundo, el James Dyson 2016, que organiza la Fundación James Dyson para animar a jóvenes diseñadores a solucionar problemas cotidianos, distinguiendo su creatividad e ingenio.

“Ningún problema es demasiado grande y, muchas veces, las soluciones más sencillas son las mejores”, dijo el propio Dyson.

Broadway pareció tener en cuenta las palabras del ingeniero británico -quien creó la primera aspiradora sin bolsa- cuando se puso a trabajar en su idea.

Su invento no es especialmente complejo, pero gracias a su enfoque prácticopodría solucionar un problema que causa miles de muertes al año: el riesgo de que las vacunas no lleguen a tiempo en los países en vías de desarrollo.

invento_estudiante2

(Información completa: bbc.com/mundo)