Mérida, Yucatán.- La agrupación de artesanos-comerciantes de la zona arqueológica de Chichén Itzá se quejó hoy de la reactivación de presiones en contra de sus socios por parte del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur).
Mariana Mex Yam, presidenta del colectivo, señaló que el titular de la dependencia, José Dafne López Martínez, sólo platicó con ellos una vez y no ha vuelto a dar la cara.
Tildó de “irresponsable” al funcionario, ya que, en su opinión, no quiere trabajar con todos los grupos.
“Sí, sigue en conflicto, estamos establecidos, pero pues igual ahorita como que ya nos están presionando con algunas cosas que tanto como al INAH y a Cultur no les parece; entonces las cosas hay que ponerlas muy bien sobre la mesa”, afirmó la representante de los vendedores independientes.
“Ellos mismos les dicen al turismo que no nos compren, que damos una mala imagen”, explicó en conferencia de prensa, acompañada del asesor jurídico Villevaldo Pech Moo.
También acusó que integrantes de Cultur inducen a los turistas sobre la supuesta mala calidad de los productos que expenden sus afiliados, lo que perjudica sus ventas.
En ese contexto, los artesanos-comerciantes se adherirán a la marcha nacional campesina-indígena “En Defensa del Territorio y el Derecho a la Alimentación”, que se llevará a cabo del 9 al 14 de octubre en la Ciudad de México.
A su vez, Pech Moo informó que esperan la participación de unas 200 personas de organizaciones de Yucatán.
En ese lapso aprovecharán para dar seguimiento a la demanda que efectuaron hace unos cinco meses en la Cámara de Diputados Federal, relacionado con la expropiación de unas 700 hectáreas que son todavía propiedad de particulares, incluso extranjeros.
La Comisión de Asuntos indígenas debe dar una respuesta, puntualizó.
Además, insistirán en su propuesta para que los ciudadanos yucatecos puedan acceder a cualquier zona arqueológica en el estado todos los días del año, con el fin de promover las raíces culturales, y no sólo los domingos como ocurre actualmente.
Otro punto revisar es el relativo a que el 15 por ciento de los ingresos que genera Chichén Itzá se destine al municipio de Tinum, y con esos recursos se construyan una clínica de salud de primer nivel, una universidad pública con carreras afines al lugar, se habiliten espacios para enseñar el tallado de piezas y talleres para enseñar maya e inglés.